A 56 años del fallecimiento de Eva Duarte de Perón funcionarios y militantes justicialistas la recuerdan:

@ La bandera de su nombre

"Sin ella el peronismo no hubiera sido peronismo", dijo el general alguna vez desde el exilio.
Eva Perón es la identidad ideológica del Movimiento Nacional Justicialista. Es el punto de referencia a la hora de orientar la brújula cuando el peronismo en el Gobierno debe tomar las grandes decisiones que trazan el camino hacia la Patria de la justicia social que anhelamos.
Fue ella quien le dio el rasgo distintivo al peronismo; la sensibilidad propia de una mujer comprometida con el destino de su pueblo humilde. La grandeza de la solidaridad, el compañerismo, el destino común forjado entre todos, que hacen de un país una Patria donde la vida digna es posible.
Por ella, los trabajadores dejaron de ser desconocidos entre sí, para entender la Comunidad Organizada que pregonó Perón, como un derrotero compartido pero a la vez imposible de andar si la exclusión social seguía siendo el sostén de gobiernos celebrados por unos pocos.
Eva Perón, la mujer del siglo, posibilitó a las mujeres y a los marginados ingresar en la historia grande de la Patria.
Por eso, hoy honramos su memoria, en circunstancias donde el peronismo debe redefinirse y entender cuál fue el sustento de su causa: el pueblo; desde los que dejan el sudor en cada jornada, hacia el ascenso de todos por una comunidad mejor.
Eva Perón regresa en cada grito, en cada lágrima derramada en nombre de la justicia, porque su memoria es bandera que el pueblo argentino llevará, inexorablemente, hacia la victoria.”

Partido Justicialista
Villa María


@ Un recuerdo permanente

“Para quienes abrazamos la causa peronista, siempre el 26 de julio es un día especial. A Evita la recordamos siempre, por muchos motivos, especialmente por haber demostrado que la justicia y la equidad son posibles. Pero en esta fecha es imposible no pensar cuál hubiera sido su destino, el de Perón y el de la Patria, si su vida no se hubiese truncado tan temprano.
Y por supuesto que es ficción todo lo que pensemos, porque la bruta realidad nos indica que hace tiempo ya no está. Pero cómo olvidar su legado, lo que nos dejó, el infinito amor por los postergados, los que menos tienen, los marginados, los olvidados; cómo olvidar la permanente búsqueda de una sociedad más justa, de un país orgulloso. Cómo olvidar su aparente fragilidad, su coraje de fondo, sus convicciones.
Vino a dignificar a las grandes mayorías, a hacer realidad la justicia social, ofreciendo todo, hasta su propia vida, sin esperar recompensas, contentándose sólo con que el pueblo, cariñosamente, la llamara Evita.
Su irrupción en la política nacional significó también que miles de mujeres rompieran con viejas ataduras para incorporarse al trabajo, a la plena vida cívica. Definitivamente, inigualable.
Su vida no fue fácil, fue de lucha permanente. Debió lidiar con el antiperonismo, con sus detractores, con su condición de mujer, con su enfermedad... Si hasta luego de muerta siguió sufriendo mutilaciones, profanaciones. Una vida de lucha ejemplar y revolucionaria.
Seguramente voy a coincidir con muchos otros peronistas en que hoy, a 56 años de su muerte, el mejor homenaje que podemos hacerle no es pronunciar discursos grandilocuentes; el mejor tributo es honrarla. hacer verdad su palabra, hacer la luz entre las tinieblas y decir, parafraseando una bandera que cuelga orgullosa en un estadio de fútbol, que “podrán imitarla, pero igualarla jamás.”

Raúl Costa, funcionario
del Ministerio de Justicia


@ No fue un mito

“Se llamaba Evita: esperanza y lucha para los más humildes. Su fuerza avasalladora transformó las ideas elitistas en conciencia colectiva. No fue un mito.
El reconocimiento de las masas testimonia la efectividad de su rol público y su compromiso intuitivo con los sectores populares.
La Argentina visible de los años ´30 mostraba el rostro del fraude y la injusticia. La Argentina invisible con Eva Perón, provocó un fenómeno de características propias, inéditas; para convertirse en el paradigma de la justicia social, concreta.
Atrevida, impetuosa, modificó con hechos concretos, trascendiendo la época. Su accionar partió de un reconocimiento espontáneo de los nuevos movimientos sociales, no enmarcados en partidos políticos, sindicatos o grupos de interés.
Mujeres, niños, jóvenes, ancianos y enfermos, fueron el motor de su fundación: una forma de gestión popular basada en el principio de solidaridad y no en el de caridad.
Alentó el desarrollo de la persona antes que el asistencialismo. Promovió el crecimiento material y espiritual, apostando a la esperanza para un mundo mejor. Fueron necesarios su ingenio y fuerza de voluntad para que aquellos nobles principios trascendieran el marco teórico, constituyendo una fuente inagotable de vida.

...Dejé a un lado mis
sueños para vigilar los
sueños de otros, agoté mis fuerzas físicas para
reanimar las fuerzas de mis hermanos. Mi alma lo sabe, mi cuerpo lo ha sentido... Les ofrezco todas mis
energías para que mi
cuerpo pueda ser un
puente tendido hacia la
felicidad de todos. Pasen por él... hacia el destino
supremo de nuestra Patria. Me daré toda...
Eva Perón (1949).”

Verónica Vivó, concejal de la ciudad por el PJ