Desde el año 2003, el Supermercado Kinvi, ubicado en Rivadavia y Mendoza, viene trabajando con el carácter que le imprime la gente a las empresas locales. La buena atención de sus empleados y la fidelidad de muchos de sus clientes, no fueron suficientes para sostener una empresa que ayer, tuvo que cerrar definitivamente sus puertas.
Silvia Costa, su propietaria, explicó a EL DIARIO que tomaron la decisión con mucho dolor, pero que no podían seguir adelante, dada la competencia feroz que hay en la ciudad para ese rubro. En el camino quedaron los últimos cuatro empleados que trabajaban en el lugar desde hace años, quienes se encuentran hoy en el drama de encontrar un nuevo empleo, con la dificultad que representa haber pasado ya la mitad de su vida laboral. Indudablemente es una mala noticia en vísperas del Día Internacional del Trabajador.
En el texto que ha remitido la empresa se aprecia que “la decisión del cierre definitivo surgió de un minucioso análisis de su situación económica. Su actividad comercial ya no era rentable desde hace mucho tiempo. Nos resultaba imposible permanecer en un mercado tan competitivo, rodeado de empresas internacionales con beneficios por volumen de compras, comparadas con las nuestras realizadas en su mayoría a distribuidores y mayoristas locales. Esto marcaba la diferencia en el precio final de los productos o su existencia en las góndolas. Haciendo posible que algunos productos que tienen los precios en su etiqueta eran vendidos a menos de su costo. Con aumento de costos y menores ventas, corríamos un alto riesgo de no poder cumplir con compromisos asumidos con empleados que trabajan ocho horas diarias, tienen sus francos compensatorios programados; con proveedores que no son formadores de precio, sino intermediarios, y con nuestros clientes. Sumado a esto la imposibilidad de entregar bolsas de compras a nuestros clientes (disposición que compartimos totalmente), pero a la hora de realizar la compra sabemos que influyó el hecho de que a pocas cuadras más, el tema estaba resuelto”. La nota cierra con un agradecimiento a “nuestros empleados, vecinos, clientes, proveedores y a todos quienes nos acompañaron”.