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El Concejo es el cuerpo que declara la necesidad de la reforma. La ordenanza requiere doble lectura y los dos tercios de los votos |
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Existe consenso entre las fuerzas políticas para abordar la postergada, durante años, reforma de la Carta Orgánica Municipal.
El mayor debate, seguramente, estará entre los que defienden la fórmula de la gobernabilidad otorgando la mayoría de los legisladores al ganador y los que pugnarán por el reparto de bancas en forma proporcional con los votos obtenidos
ESCRIBE: NET
La reforma de la Carta Orgánica Municipal volvió al podio en los últimos días de abril, esta vez impulsada desde el bloque oficialista y de la mano del abogado y concejal Mauro Beltrami.
La reforma tiene el consenso de la mayoría de las fuerzas políticas de la oposición que ya, en varias oportunidades tras anuncios del intendente sobre el particular, se han mostrado a favor de modificar determinados aspectos de la Carta Magna sancionada en 1996.
No obstante, un punto dividirá las aguas entre el partido gobernante y las demás agrupaciones.
El mayor debate estará centrado en el punto que adjudica hoy en forma automática siete concejales al ganador en las urnas.
Esta cuestión será clave si, finalmente, el Concejo termina convocando a la Asamblea Constituyente.
El concejal Mauro Beltrami anticipó que no está en los planes la modificación de la denominada cláusula de la gobernabilidad.
Los opositores sostienen, desde hace años, que es fundamental que “los votos estén representados en el Concejo de forma proporcional”.
No es el mismo pensamiento de quien tiene que llevar adelante un Gobierno y considera “sustancial” tener mayoría propia.
Cada vez más, los ciudadanos tienden a equilibrar fuerzas en los ámbitos legislativos. Una tendencia que se viene observando en los últimos años.
De concretarse la convocatoria a las urnas para elegir los convencionales constituyentes, el trabajo fuerte de la oposición, seguramente, estará concentrado en la implementación del sistema de distribución de cargos diseñado por el belga Víctor d’Hont.
La figura del viceintendente, en cambio, concentra las opiniones a favor de manera mayoritaria.
Una ciudad de las características de Villa María requiere de una persona que pueda remplazar al intendente en sus ausencias con un conocimiento a fondo de los principales asuntos del Ejecutivo.
Hoy, ese rol lo está cumpliendo, prácticamente, el jefe de Gabinete, José Carignano.
El oficialismo también tiene en la mira la letra de la COM en relación a los entes de control.
Algunas figuras no han funcionado como imaginaron los convencionales en la década pasada.
Un nuevo mapa de este tipo de instituciones será parte del proyecto que está armando Beltrami y que luego buscará el consenso con los principales partidos del espectro local.
Un tema que puede ser fruto de un cambio es el período mínimo de tiempo que el intendente debe permanecer en su cargo para ser remplazado sin llamar a elecciones nuevamente.
Hoy, la COM exige tres años de cumplimiento del mandato y otorga un máximo de 180 días de licencia.
¿Acortarán estos plazos?, por si cargos de mayor jerarquía seducen a los jefes comunales.
Por otra parte, la Carta actual del municipio no permite más de una reelección.
¿Permitirán una segunda?
Beltrami dijo “no lo hemos conversado”, pero no descartó la posibilidad.
Si el oficialismo tiene interés en reformar la COM, las bases están dadas ya que tiene en el Concejo los votos necesarios. Cabe destacar que el cuerpo es el que declara la necesidad de la reforma con una ordenanza que requiere doble lectura y el voto de los dos tercios del órgano conformado por doce ediles.
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