Comenzaron las tareas de recuperación de "El Pozanjón", un espejo de agua ubicado a la vera de las vías del ferrocarril, en Ballesteros.
La tarea, que se inició en la jornada del lunes, cuenta con el trabajo mancomunado de un grupo de personas sin otro interés que el de revitalizar un espacio emblemático del pueblo, el lugar donde Ballesteros nació, en 1866.
Según los archivos históricos, a los que tuvimos acceso, allá por 1866 con la llegada del ferrocarril a esta zona de llanuras extensas y pastizales abundantes, uno de los primeros obstáculos que debió sortear el tendido de la línea férrea fue precisamente el espacio físico llamado "El Pozanjón". Algunos estudiosos del tema dicen que se trata de un vocablo derivado de la conjunción de dos palabras: pozo y zanjón, pero más allá de la semántica podemos decir que este espacio natural está cargado de leyendas y poesías. Poetas y pintores lo retrataron a lo largo de los años. "El Pozanjón" es marca de origen para los ballesterenses.
También, se informó, desde el municipio, que previo trabajo de investigación y asesoramiento, se va a comenzar a trabajar desde el Concejo Deliberante para convertir el predio en una reserva natural.
Uno de los colaboradores, Daniel Ugnia, indicó que "hoy se necesita de la colaboración de todos para revalorizarlo y rescatarlo del olvido, refiriéndose a la laguna; por todo ello la Municipalidad de Ballesteros solicita a los vecinos no pescar, no cazar ni arrojar residuos, ya que se comenzará a trabajar para que volvamos a sentir orgullo por nuestra identidad".