Lámparas bajo consumo
La Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM), difundió públicamente los riesgos sanitarios y ambientales de las lámparas de bajo consumo (Lámparas Fluorescentes Compactas) y de los tubos fluorescentes "ante el inaceptable silencio de los gobiernos y las empresas". Difundió además consignas "destinadas a proteger la salud y el ambiente".
Raúl Montenegro indicó que las lámparas de bajo consumo (LFC) "ahorran energía, lo que es excelente, pero son un riesgo para la salud cuando se rompen y para el ambiente cuando las lámparas en desuso se tiran a la basura". Agregó que los tubos fluorescentes o lámparas de vapor de mercurio a baja presión, "plantean incluso mayores riesgos. Las lámparas de bajo consumo tienen hasta 5 miligramos de mercurio por lámpara y los tubos fluorescentes hasta 20-25 miligramos por lámpara".
Montenegro sostuvo que "ahorrar energía eléctrica mediante el uso de lámparas de bajo consumo es una buena medida, pero debería haber sido acompañada por una mayor responsabilidad institucional. Está claro que la campaña de remplazo alentada desde el Gobierno es legal, pues la Ley Nacional 26.473/2008 prohibió las lámparas incandescentes que tienen más de 25 vatios y determinó la adopción de lámparas de bajo consumo, pero ni la ley ni la campaña alertan sobre los riesgos. Tampoco previeron el destino de las lámparas de bajo consumo en desuso, que deberían disponerse como residuos peligrosos y no como residuos sólidos". Estos vacíos "son aún más incomprensibles cuando se tiene en cuenta que también los tubos fluorescentes contienen mercurio, y que el destino final de los tubos en desuso no fue previsto".
FUNAM indicó que "progresivamente las lámparas de vapor de mercurio serán remplazadas por lámparas LED, por ahora de mayor costo, que ahorran más energía, tienen una mayor y notable duración y carecen de mercurio" (LED = Light-Emitting Diode, diodo emisor de luz).
Los investigadores Yadong Li y Li Jin publicaron en octubre de 2011 un trabajo sobre la descarga de mercurio desde lámparas de bajo consumo rotas (ver abajo Referencia 1). Indican en ese trabajo:
a) Que el vapor de mercurio liberado al romperse una lámpara de bajo consumo puede hacer que se superen los niveles de exposición seguros.
b) Que al romperse, una lámpara fluorescente compacta con mercurio libera vapor de mercurio al aire durante semanas y meses, y que la cantidad total puede superar los niveles seguros de exposición humana en una habitación mal ventilada.
c) Que al analizar el contenido de mercurio en ocho marcas diferentes y en cuatro distintas cantidades de vatios, los resultados revelaron que el contenido de mercurio varía considerablemente de una marca a otra (los investigadores trabajaron en Estados Unidos con criterios de la EPA).
d) Que dado que cualquier personas puede, fácil e inadvertidamente, inhalar el mercurio en su estado de vapor, recomiendan la rápida eliminación de las lámparas fluorescentes compactas rotas, y una buena ventilación, así como el uso de envases adecuados para minimizar el riesgo de rotura de las lámparas y para retener el vapor de mercurio en caso de que lleguen a romperse. Esto limitaría el riesgo de que ese vapor nocivo sea inhalado por personas.
El doctor Raúl Montenegro indicó que estas medidas preventivas "son particularmente necesarias para proteger a los bebés y niños, pues suelen pasar mucho tiempo en el hogar y son más vulnerables. Recordemos que los niños, por tener proporcionalmente un mayor consumo de aire por unidad de peso en comparación con los adultos, y cuerpos pequeños, resultan más susceptibles a los efectos tóxicos del vapor de mercurio". El envenenamiento por mercurio puede causar náusea, vómitos, diarrea, debilidad, dolor de cabeza, aumento de la tensión arterial, erupciones en la piel, sabor metálico en boca y dificultad para respirar.
Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM)
Bonanno cuestiona
El que suscribe, responde a las declaraciones de los ex concejales Verónica Vivó y Sebastián Capurro publicadas el 19 de abril en EL DIARIO, en relación a la expropiación de YPF.
Deseo exponer lo siguiente: hay que tener autoridad moral y coherencia, atributos que carecen estos funcionarios públicos y a las pruebas y hechos me remito. Porque ambos levantaron la mano aprobando la Ordenanza 6.133 expropiatoria, fraudulenta, discriminatorios y contradictoria para el barrio Carlos Pellegrini, donde solamente se los despojó de sus derechos a los más débiles, pero a funcionarios del poder, como el ingeniero Hugo Tello y el señor Mario Forconi, no se los tocó, siendo que los predios de los mismos están en la misma manzana.
Mientras el Gobierno nacional expropia a una Multinacional, el Gobierno municipal encabezado por el intendente Accastello, con la complicidad de estos cipayos como Capurro y Vivó, despojan y roban posesiones legítimamente constituidas amparados por las leyes provincial y nacional, con la complicidad del Poder Judicial, foros Penal y Civil.
La señora Verónica Vivó y el señor Sebastián Capurro tendrían que ocuparse en dar explicaciones ante el INADI, donde fueron denunciados por discriminación social, política, económica e ideológica. Ha llegado el momento de desenmascarar a estos farsantes de la política que son y fueron funcionales al neoliberalismo del intendente. Siempre estuvieron prendidos en lo público. Como ayer apoyaban a (Carlos) Menem y las privatizaciones, hoy a Cristina Fernández, con las expropiaciones. Son como el gato en el reino animal y también como el camaleón. Los desafío a un debate público, en el día, hora y lugar que decidan Vivó y Capurro.
Es necesario poner blanco sobre negro, ante quienes siempre estuvimos en el llano y luchando contra las privatizaciones y el neoliberalismo y nunca cobramos nada de lo público.
Yo soy coherente, ustedes, Vivó y Capurro... ¿Lo son?
Jorge Bonanno
DNI: 11416191
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