"El título de la muestra alude a la mutua influencia de lo efímero y lo eterno", explica con naturalidad la joven artista cordobesa María Pía Coppari. La exposición "Efimer-eón", que ocupa las tres salas del Museo Municipal Fernando Bonfiglioli, comprende diferentes etapas de su última producción que aborda la dialéctica temporal de lo estático y lo dinámico.
La puesta fue inaugurada el viernes 27 de abril en la dependencia municipal, ubicada en San Martín y bulevar Sarmiento, con la presencia del director de Museos y Patrimonio Histórico, Hugo Las Heras.

La creación y el proceso temporal

Trabajando con acrílicos en capas y "mucha agua", María Pía plasmó distintas abstracciones sobre el lienzo -pintando, descubriendo y repintando- a la manera de emular el ciclo vital y constante que empuja el "ir hacia atrás y hacia adelante".
Parte de esos trabajos, ya terminados, están exhibidos en la planta baja; correspondiéndose al tramo "eternizado" o fijo. Arriba, en tanto, se puede apreciar el registro fotográfico de nuevas obras que todavía no están terminadas (la etapa procesual). Y en la sala Joven (al fondo de la planta alta), se proyectan videoclips con la grabación de las pinturas elaborándose, adornada por una fatigosa música incidental.
La puesta es adrede. Compuesta por el realizador Agustín Pisano en compañía de Coppari, intenta despertar sensaciones en el espectador y desplazarlo del rol pasivo que suele imprimírsele en un museo. Según la artista, toda la muestra está inspirada en su fascinación por apreciar "paredes descascaradas" y la oxidación en hierros. De hecho, una escultura de caño dentro de un cubo con agua se observa en la entrada de la sala superior. "En principio, congelé el cubo y después documenté el proceso de descongelamiento", precisó. Para una próxima instancia, ambos hacedores desean incorporar pintura en vivo y mayor protagonismo sonoro, con músicas en "sincro".

J.R.S.