Escribe: FEDERICO GAZZOLI

Parecía que las emociones iban a faltar en la ventosa tarde de Pasco. Parecía que ni el local, 9 de Julio, ni el visitante, Deportivo Argentino, iban a poder llenarse la garganta de gol. Parecía que un partido chato, en el que se jugó mucho tiempo en la mitad de la cancha y con imprecisiones por doquier, iba a hacer dormir a todo el mundo. Pero las emociones se hicieron presentes casi sobre el final y ambos conjuntos protagonizaron un empate 1 a 1, justo cuando parecía que la pelota descansaría triste luego del pitazo final, por no haber podido besar la red de ninguno de los arcos.
Desde el inicio se luchó mucho en el sector medio, pero aun así las imprecisiones en las marcas permitieron que, desde ambos sectores, por lo menos aisladamente, surgieran algunas situaciones de riesgo.
La primera de ellas llegó por el lado del “Patriota”, en 6’ de juego, con Maximiliano Olmos ganando por la derecha y enviando un centro al segundo palo, donde Jorge Sorasio metió un cabezazo que salió al lado del palo derecho.
El “Lobo” tuvo la suya 3’ después gracias a que Leonel Luciani pifió un saque y le regaló el balón a Claudio Andrada, quien intentó de primera, pero también le pegó mordido y, con el uno rival vencido en el piso, definió al lado del poste izquierdo.
Una de las más claras de Argentino fue protagonizada por Ramiro Cortez que, poco después de la acción de “Pelé”, ganó en diagonal desde la izquierda hacia el centro y, cuando llegó a la media luna, sacó un derechazo a ras del piso que salió cerca del palo derecho.
Luego hubo que esperar hasta el último cuarto de hora como para ver algo más o menos interesante, primero por parte de los dirigidos por la dupla Picotte-Martín, con José Fernández metiendo un derechazo que Bazzani contuvo sin problemas.
Antes del final lo tuvo el elenco de Christian Romero, pero Luciani le ahogó el grito en dos oportunidades, primero tapando un cabezazo de Fuente con una espectacular estirada y luego deteniendo con el pecho un disparo de Ramiro Cortez.
Para el segundo tiempo, la situación no cambió demasiado, ya que si bien Argentino tuvo más la pelota que su rival, cada vez que llegó al área rival se encontró con buenas intervenciones de Luciani. Y el dueño de casa, por más que tuvo ambición, en cuenta gotas pudo generar algo de peligro.
Pero lo mejor estaba guardado para la recta final y, en ese tramo, sucedieron las cosas más importantes de la tarde. El primero en sacudir la modorra del público fue 9 de Julio cuando, a los 41’, Sorasio recibió solo, en posición adelantada, cerca del punto penal. El árbitro dejó seguir y con la pelota boyando ante la salida de Bazzani, el propio Sorasio la tocó con derecha ante la salida del uno y decretó el 1 a 0. Argentino protestó por la posición del autor del tanto y allí Gustavo Peritore decidió expulsar a Gabriel Gonella por entender que la protesta del volante había sido desmedida.
Finalmente, cuando parecía que el local ya festejaba la victoria, su defensa se durmió y le permitió al ingresado Julio Gastaldi aparecer en el corazón del área tras una serie de rebotes para darle a Argentino el 1 a 1 que le sirve para aferrarse a la tercera posición de la zona, dejando a su rival de ayer inmerso en el penúltimo escalón.

La figura

Leonel Luciani no tuvo qué hacer en el gol de Gastaldi, pero en el resto del encuentro casi siempre se mostró muy seguro y aportó atajadas que fueron fundamentales para mantener su valla invicta hasta la agonía del encuentro. También fue bueno el aporte de Sorasio, ya que nunca se cansó de luchar en cada ataque. En Argentino, los tres jugadores que saltaron desde el banco de suplentes le cambiaron la cara al ataque, aportándole la claridad que hasta el momento le había faltado.

El árbitro

Buen arbitraje de Gustavo Peritore, que siguió de cerca la jugada y siempre pareció haber tomado la decisión correcta. Sobre el final tuvo que sufrir algunas protestas en el gol de 9 de Julio, pero allí el juez principal se guió por el asistente Conci, que entendió que no había offside. En esa jugada y en muchas otras similares, los asistentes dejaron mucho que desear.