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Analizar los posibles candidatos para el año 2015, en un tiempo tan dinámico, es introducirse en la jungla de la política sin reserva de víveres.
No obstante, numerosos dirigentes mueven sus fichas de un lado a otro del tablero intentando posicionarse entre “los favoritos de Cristina” para edificar construcciones con cimientos de goma espuma.

Hoy, la presidenta no necesita de estructuras endebles para liderar los destinos del país. Con un sello muy particular, Cristina ha armado fuertes lazos con los jóvenes y con la mayoría del pueblo argentino. Es una conductora natural para los defensores de los derechos humanos, la soberanía y la independencia política.
La recuperación de YPF fue otra muestra del poder político que la mandataria construyó en los últimos años.
Fue una muestra también, mal que le pese a sus adversarios, de la fuerza de las convicciones a la hora de instalar el modelo nacional planteado en su oratoria.

No todo es perfecto. El camino a recorrer para realizar transformaciones profundas es largo y sinuoso. Cristina lo sabe y deposita la llave del futuro en los jóvenes (claramente lo dijo en el acto de Vélez).
Pero, Cristina hoy no tiene un heredero a la vista.
Las movidas para ser el elegido están a la orden del día.
Y en letras negras de los medios y poses fotográficas comienzan a moverse figuras y se barajan nombres.
Córdoba es una provincia fundamental en el mapa de la política argentina.
Y así, con pocas horas de diferencia, desembarcaron dirigentes de peso para aclarar u oscurecer el manejo del peronismo que hoy tiene el gobernador.

Y por los senderos de nuestro territorio circulan con la “cruz del elegido” ciertos dirigentes que hasta el momento poco ofrecen a las necesidades de la gente.
Es posible que Cristina los mire desde lejos y sonría.
Colgarse de su percha no garantiza el éxito de quien no tiene experiencia , sabiduría y gestión, de quien sólo tiene a manera de ofrenda el valor de sus propias ambiciones.

En las últimas horas, varios nombres sonaron como los representantes de la presidenta.
Para 2015 falta mucho. Fabián Franccioni no quiere perder tiempo y saca a relucir la medalla K ante un grupo de intendentes.
Un intento que hasta ahora no ha dado grandes resultados si la maleta está vacía de contenido ideológico.
Mientras un sector de los que dicen apostar al “modelo nacional y popular” pasean sus divisiones en la provincia, los cordobeses siguen observando las disputas políticas sin inmutarse.

Posiblemente, ciertos dirigentes deban aprender a “leerla” a Cristina y a captar en profundidad el significado de sus palabras.
“No me voy a cansar de pedirles a todos unidad y organización”, señaló ante la juventud reunida en el estadio de Vélez.
Algunos no la han comprendido o no tienen interés en comprenderla.
No todos los dirigentes, que se consideran tales, tienen la capacidad de latir al ritmo de los corazones del pueblo.
Los que intenten ser herederos de Cristina tendrán que tomar varias lecciones de militancia, trabajo, amor al prójimo, humildad para tener la confianza de la gente.
Cristina lo agradecería.