"Si no se ama, no se puede juzgar.
Nuestro clamor por justicia
encubre un amor insuficiente."

Familia Pucci-López


"Palacio de Justicia": a mi entender, demasiadas letras para un espacio tan chico. Lleno de pasillos y escaleras que no conducen a ningún lado cuando el poder adquisitivo de las personas que lo recorren es bajo… salvo casos en contrario.
Han pasado casi cinco meses de la muerte de mi hijo, Heraldo Adrián Pucci, de 17 años, quien según versiones (sin pruebas, al menos para mí), se ahorcó con un jean, colgándose de la hoja de una ventana en la casa de su novia en Arroyo Cabral.
Si bien me he reunido con el fiscal a cargo de la causa, no he recibido hasta hoy la más mínima respuesta coherente.
Según dichos del jefe del Centro de Investigación Criminal de Córdoba, no se trabajó de forma adecuada en la pericia mecánica realizada en el lugar del hecho el día 6 de marzo, dado a que si bien se levantaron elementos de prueba, fueron mal manipulados y contaminados, y ahora es difícil dar con los patrones genéticos en dichos elementos. Para mí, otra figurita de la tapadita que se está jugando.
Digo yo, ¿ese trabajo, por qué no se hizo el día que ocurrió el hecho? ¿O había que esperar que se borren las pruebas y nadie más que el o los asesinos puedan guardar el secreto de saber quién mató a mi hijo a golpes?
Desde el 27 de diciembre de 2011, día del hecho, no tenemos nada; sólo hemos visto, junto a la madre, un par de fotos, entre las cuales no está la de él (nuestro hijo) colgado.
¿Que pasó? ¿Se rompió la ventana? ¿Se cortó el jean? Alguien lo descolgó antes que llegara el juez, fotógrafos, peritos, médico, la Policía, o había que limpiar antes de avisar a la familia, a la cual nunca se le informó lo ocurrido.
El primer error está a la vista del ser más ignorante de la Tierra, ni hablar de los demás. Pregunto yo, ¿serán errores?
Porque la gente que trabaja en estos casos ha sido capacitada para tal fin, salvo otros casos en que algunos chicos hacen un curso de un par de meses y le dan un arma y los largan a la calle alegando que eso significa seguridad. ¿Seguridad para quién? ¿Para mí como sociedad? ¿Para ese chico que cree que con un arma y un traje que lo identifique puede hacer abuso de los derechos de los demás?
Hemos tenido una reunión con la ministra de Justicia de la provincia, la doctora Graciela Cheyup, quien cordialmente nos aclaró un poco el panorama.
De acuerdo a lo expresado, dejé por sentado que debemos ser desconfiados, y vaya si no es así cuando hace casi dos meses que no tenemos acceso a la más mínima información, a pesar de haber insistido con preguntas. ¿Qué pasó? ¿No encontraron la llave del escritorio donde duerme el expediente? ¿Qué pasó con el doctor Leandro Zanotti, representante de la familia como querellante? ¿O se olvida que con la mano sobre un libro juró defender los derechos de la sociedad?
Tenemos planeado viajar a Córdoba en los próximos días a reunirnos con gente del Gabinete provincial y de no obtener respuestas satisfactorias, viajaremos a Buenos Aires. Seguiremos golpeando puertas hasta que, al menos, una se nos abra. No vamos a parar hasta saber quién mató sin derecho a nuestro hijo.
Entre tantas preguntas una más, tal vez la del millón: si estamos pensando, dudando, desconfiando que puede haber policías involucrados y el doctor Félix Martínez delega la investigación a la Policía Judicial… perdón doctor, pero, ¿no habremos puesto el zorro a cuidar el gallinero, no?
El 18 de este mes cumple sus 15 años Rocío Aylen, hermana de Heraldo Adrián. Ella dijo: "Me robaron la entrada al salón del brazo de mi hermano y todos los sueños de esa noche tan esperada se fueron con él… culpa de un par de mal nacidos. El mejor regalo que puedo recibir es saber que el juez condenó a los asesinos."
"Hoy sólo llevo en mí bronca, indignación e impotencia ante tanta impunidad. Ojalá todo cambie para que mis padres, mis hermanos y yo podamos dormir tranquilos y pensar distinto de la Justicia, y sobre todo para que el alma de mi hermano pueda descansar en paz."

Heraldo Rubén Pucci
DNI 14994075