No es frecuente que el director de un Centro Filológico Universitario se junte en un proyecto común con el director de una Licenciatura en Música y editen, ambos, un disco de tango. Mucho menos frecuente es que el director de dicho centro toque también el piano. Pero lo que parece casi imposible, es que sea la hija de dicho filólogo quien ponga su voz en la grabación. Sin embargo, esto es lo que acaba de pasar en la Universidad Nacional de Villa María, un reino que parece admitir las más fantásticas posibilidades. Y si no repasemos aquí, el elenco del proyecto: el licenciado Claudio Vittore es el director de la Licenciatura en Composición Musical (con Orientación en Música Popular), el doctor Alfredo Fraschini es el director del Centro Filológico de Ciencias Humanas y la cantante Roxana Fraschini (hija del doctor) la cantante de un disco grabado a mediados de abril y que será mezclado en el mes de mayo.
El CD contará con 11 temas: “A un semejante”, “Sueño de barrilete” y “Siempre se vuelve a Buenos Aires” de Eladia Blázquez; “Desorientado” de Caló- Marvil, “Fuimos” de Manzi-Dames, “Tarde” de José Canet y los valses “Un momento” de Atilio Stampone junto a “Chiquilín de Bachín” y la “Balada para un loco” de Piazzolla-Ferrer. Cierra el proyecto la “Milonga del muerto” sobre un poema de Jorge Luis Borges con música de Piazzolla y la zamba “Alfonsina y el mar” de Ariel Ramírez y Félix Luna. El marco teórico de este proyecto es la incorporación de nuevas tecnologías en las etapas de producción de un CD, el cual contará con instrumentos tradicionales y virtuales.
“Al principio íbamos a trabajar desde el rock, pero al ver que mi hija podía hacer el aporte vocal, nos decidimos por el tango” explica emocionado el profesor Fraschini, quien durante muchos años formara un grupo en donde Roxana fuera una de las dos voces femeninas. Además de la citada trilogía, integran este proyecto el magíster Hernán Conen junto a la colaboración técnica de Gabriel Virga, alumno del último año de la licenciatura.
La cantante comenzó a cantar tangos “cuando era una niña de 12 años gracias a un disco de Amelita Baltar. Creo que eso marcó un antes y un después en mi vida, porque me descubrí cantante y me descubrí tanguera a pesar de mi corta edad. Luego, la cantante que más admiré fue Eladia Blázquez. Es una diosa para mí”.
Si bien se formó con cantantes líricos, Roxana confiesa que “abordar el musical como género en la obra de Pepe Cibrián me enriqueció de una manera increíble, incluso me sacó un poco del llanto melanco del tango”.
Acerca del repertorio que interpretó para el CD, Roxana señala que “fue una elección conjunta con mi papá. Tomamos muchos de esos tangos que habíamos hecho toda la vida con un grupo que tuvimos, hasta los que hicimos él y yo solos en algún espectáculo, que son las versiones con piano solo. Quedaron muchos afuera pero era obvio, ¡era muy difícil elegir!”.
Iván Wielikosielek
Especial UNVM
Otras notas de la seccion Culturales
Analía Rosso mostrará sus cuadros en el Favio
Inscriben en escuela de modelos
Un humor sin red
"Hago bailar cuarteto a americanos y extranjeros en mis clases de Nueva York"
El PEUAM obtuvo un premio en Ausonia
|