@ “La Cámpora” en el proyecto Nac & Pop
El esquema kirchnerista confunde Estado con Gobierno, y los funda en un único sujeto. Se cree que se habla en nombre de todos, cuando en realidad lo que importa es la caja y la manejan muy pocos.
Es comprensible que para los soldados del modelo no haya contradicción en acomodarse a las circunstancias, tragarse más de un sapo e incluso ignorar temas como el INDEC, la corrupción y el avance sobre los medios de comunicación.
Que convivan en el mismo proyecto un ultra liberal producto del Cema y de las filas de la UCEDE, junto a Hebe de Bonafini habla a las claras de la generosidad y flexibilidad del enfoque.
Estos temas que nombramos, son detalles frente a la masividad de recursos que el Gobierno ofrece a sus leales, a aquellos que aplauden incluso antes de que se anuncie la medida.
Sin embargo igual que en la era menemista la lógica de negocios y política se mezclan al son de la militancia política.
Aprovecharse de los recursos del Estado vuelve a ser razonable, incluso perdonable. La “militancia” esa figura hoy hábilmente reivindicada, está siendo bastardeada, usufructuada por los “nuevos revolucionarios camporistas” que manejan frondosos recursos y están cerca de todos los negocios concomitantes con el poder, como los de la deficitaria Aerolíneas Argentina o la recientemente expropiada YPF.
A lo largo de 2011, se fue preparando un esquema que permitiera continuar esta lógica, se produce la designación de la militancia rentada en todo el aparato del Estado, en diversos niveles, y en todas las administraciones provinciales y municipales.
Aerolíneas, ANSES, Ministerios, desde el de Economía, Justicia, como la Secretaría de Medios, se utiliza para financiar a esta militancia rentada, que tendrá como función principal garantizar la continuidad del poder en Máximo Kirchner, de no poder lograr una re-reelección, previo al intento de reforma constitucional.
“La Cámpora”, encabezada por el heredero, Máximo Kirchner, “vende” a estos nombramientos en empresas estatales, organismos de control, como una epopeya, en sintonía con el Proyecto Nac&Pop. Sin embargo analizando más allá del relato épico y ubicándonos en los hechos, existe hoy una economía más concentrada y extranjerizada en el núcleo de las grandes empresas que antes de la crisis de 2001.
El uso del Estado como botín para la construcción del poder es el eje central donde gira este cristinismo revitalizado. Donde el acopio de poder personalizado en la presidenta y esta misma como una gran donante de los recursos públicos como si fuesen privados, es una característica esencial.
En la era kirchnerista resulta que lo revolucionario y transformador es ocupar el Directorio en Telecom, Aluar o Siderar en lugar de militar con los pobres de las villas y barrios marginados.
Alexis Aguilar
Coalición Cívica-ARI
Villa María
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