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F1: En acción. El jugador de La Palestina en plena competencia en el torneo de ascenso de Rumania. El defensor se mostró feliz por su presente. F2: Con su esposa en Hungría, disfrutando uno de los tantos bellos paisajes que visitó en el último año |
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David Reano, el último de los jugadores surgidos del fútbol local que actuó en la primera división de Boca Juniors, hoy atraviesa otra etapa de su vida y exhibe sus dotes en Europa.
El defensor, de 28 años, acaba de ascender a la primera división de Rumania con la casaca de Gloria Bistrita y dice sentirse feliz por ese momento, más allá del desarraigo.
Muy lejos de La Palestina, el pueblo que lo vio crecer, Reano fortalece su carrera en el Viejo Continente, donde supo jugar desde joven con las divisiones inferiores de Boca, como capitán y compañero de un equipo que tenía entre sus filas a Carlos Tévez y que ganaba títulos hasta en el Old Trafford de Inglaterra.
De allí que saltó a la fama en el plano villamariense, por pertenecer a una camada de promesas futboleras que lo llevó a jugar en las selecciones juveniles de la AFA.
Aquella etapa será recordada siempre por el rubio zaguero, que hoy es todo un jugador de experiencia, con un año en Rumania, recién casado y con ansias de un futuro próspero.
Así se le contó a EL DIARIO, luego de mantener una comunicación virtual, en una entrevista efectuada luego del ascenso.
¿Cómo te va en Europa, sobre todo en un país tan lejano a los argentinos como Rumania?
“Bien, por suerte, más ahora que tuvimos la posibilidad de ascender a primera división. Me adapté rápido porque ya estaba acá otro argentino, Fernando Caffaso, a quien conocí en Aldosivi, así que se me facilitó todo un poco más, ya que los primeros meses había venido solo.”
¿Cómo es la vida en Rumania?
“En Rumania, más que nada en Bistrita, la vida es tranquila, las costumbres son parecidas a las de allá. Una cosa fundamental de esto es el idioma ya que, al ser descendiente del latín, hay palabras bastante similares.”
“Algo que me llamó la atención son las rutas, acá para hacer 300 kilómetros tardás el doble que allá porque hay pocas autopistas y las rutas recorren toda la montaña. El paisaje es muy lindo, pero los viajes son interminables, je.”
“Algo que nunca nos pudimos adaptar, es que acá cenan a las 19.30 y en invierno a las 18.30; es mucho para nosotros porque llegan las 22 y te agarra un hambre jaja... Así que seguimos con la cena de Argentina.”
¿Qué significó el ascenso en ese país?
“Fue algo muy lindo, ya que uno siempre que empieza de cero en algún club, el principal objetivo es conseguir el campeonato o ascender, y a eso sumale que conseguirlo afuera del país, tiene un plus extra.”
¿Cómo es el Gloria Bistrita?
“Es un club de primera división, de mitad de tabla, este año nos tocó jugar en Liga II porque el club no solucionó un tema de impuestos que le piden a todos los clubes cuando arranca la temporada. El club es lindo, con todas las comodidades, buen campo de entrenamiento, y la cancha tiene uno de los mejores pisos de Rumania.”
¿Cómo evaluás tu rendimiento personal?
“Fueron dos etapas. Apenas llegué tuve la suerte de jugar todos los partidos y terminar en buen nivel. Después, en plena pretemporada, tuve una lesión que me dejó dos meses y medio afuera y no pude jugar mucho, pero lo importante que me recuperé bien y se logró el objetivo.”
Sabemos que te casaste hace poco y que vivís allá con tu señora. Tras el casamiento vino el ascenso. ¿Es un momento especial el que atravesás y se siente en lo futbolístico?
“Sí, me casé en diciembre y nos trajo suerte. Cuando uno está bien y va logrando objetivos en la vida, a veces influye también en otros aspectos, en el caso mío con el fútbol.”
¿En qué puesto jugaste?
“De marcador central y lateral izquierdo.”
¿Y ahora deseas quedarte o querés cambiar?
“La idea es quedarme en Rumania, si es en Gloria Bistrita mejor, si no ver cuál es la mejor opción para lo que viene. Por suerte ya nos adaptamos y estamos cómodos; eso es algo a favor, pero si algo aprendí del fútbol es que nunca sabés cuál será el próximo destino.”
¿Se extraña?
“Sí, se extraña bastante, sobre todo las cosas simples, compartir momentos con amigos, familia, levantar el teléfono y organizar una comida, algún partidito de fútbol; por suerte, estamos bastante comunicados con los seres queridos, pero no es lo mismo.”
¿Sabés ver algo de fútbol argentino o no te interesa allá?
“Sí, acá lo seguimos bastante. Cuando podemos, que no sea demasiado tarde por el cambio horario, nos juntamos a ver algún partido importante. También en cada desayuno me pongo al día con los goles.”
¿Cómo tratan al jugador de fútbol en Rumania?
“Bien, con respecto al club siempre te dan un tiempo más para que te adaptes y tienen un poco más de consideración en ciertas cosas. Con la gente es muy tranquilo porque la ciudad no es muy futbolera.”
¿Y el nivel de los rumanos, qué tal?
“Es bueno, es distinto al de allá, ni mejor ni peor, es otra cosa. Acá es más esquemático, se juega rápido, no podés hacer una de más, hay mucha técnica en equipo. Allá se juega más al mano a mano, al contragolpe, son dos cosas distintas.”
Reano habla con conocimiento de causa. Sus años en el fútbol le otorgan crédito y esa experiencia europea parece haberle dado un salto tan memorable como fundamental para su carrera.
Lo importante que, más allá del jugador, el palestino está bien como persona. Y eso, por estos lares y para quienes lo conocen como un pibe bárbaro, trae tranquilidad.
@ Yo soy
Nombre: David Alejandro Reano.
Fecha de nacimiento: 20 de marzo de 1984.
Lugar: Villa María (y se crió en La Palestina).
Debut: 31/10/04, en Boca Juniors, contra Instituto.
Baby: All Boys.
Trayectoria: Boca Juniors, Aldosivi, Almirante Brown, Alumni de Villa María, Deportivo Morón y Gloria Bistrita, de Rumania. También jugó en el seleccionado argentino juvenil.
A destacar: fue capitán de la categoría ‘94 de Boca que ganó títulos nacionales e internacionales y tenía a Carlos Tévez como titular. También fue capitán en el seleccionado Sub 17.
@ De viaje
Denver, San Francisco, Tokio, Londres y Manchester son algunas de las ciudades que recorrió Reano, en muchos casos como jugador de Boca.
Esta vez, desde Rumania, se dio el gusto de recorrer algunas ciudades europeas, aunque sea para matizar el parate de dos meses que le demandó la recuperación de una lesión. Además, hizo la pretemporada en Turquía.
Acompañado de su mujer, Reano pudo calmar la ansiedad por volver a jugar y ahora espera seguir festejando en Gloria Bistrita.
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