Colegio Nacional.
Que medio siglo
no es nada...


Hoy, 23 de noviembre, nos reunimos los egresados de la Promoción 1958 del glorioso y perfumado Colegio Nacional de Villa María. Diríase, una promoción distinta a todas las que conforman la historia de esta querida institución.
Una promoción que ostenta el mayor porcentaje de ciudadanas y ciudadanos ilustres o destacados en las diferentes oportunidades que la vida nos presentó en aquel noviembre del ‘58. El desafío aquel dio como resultado sobre un total de 28 egresados:
- Siete médicos. La mayoría de ellos demostró, en su vida, su vocación hipocrática, pero tres de ellos con una profunda y noble vocación por los pobres. Uno al Africa para socorrer a pueblos abandonados, pagando su precio al contraer una grave enfermedad; los otros dos, ofreciendo a los pobres el auxilio inmediato, sin mirar el rédito económico... uno en Río Negro y el otro en las sierras cordobesas.
- Tres ingenieros. Uno destacado, porque trabajó en la traza de la autovía que va a unir Córdoba con Rosario; el otro, en permanente investigación en el INTA.
- Un genio matemático que estuvo en el Instituto Balseiro y terminó como vicerector en una Universidad privada de Buenos Aires.
- Dos abogados, uno de los cuales defendió acerbamente los intereses nacionales sobre los recursos pesqueros y contra la usura financiera.
- Un odontólogo de reconocido prestigio en la ciudad.
- Un intendente municipal de esta querida Villa María, de una gestión absolutamente impecable y cristalina.
- Seis comerciantes de importancia, no sólo a nivel local, sino sudamericana y mundial; trabajadores incansables, uno exportando quesos, otro exportando tecnología de punta para dejar a la ciudad en la mejor de las consideraciones cada uno en lo suyo.
- Un solo jubilado... en la de reparto, pero rentista.
- Tres mujeres, tan sólo tres mujeres, que han sabido acompañarnos desde siempre y con el corazón abierto para contenernos a todos.
La evidencia nos obliga a decirlo, más bien a gritarlo, que es la Promoción 1958 la que mejores ciudadanos han respondido a las premisas impartidas por nuestros maestros jamás olvidados: Laplagne, Hnos. Martínez Golleti, “Chupete” Martínez, de González, de Bonoris, de Graña, Mubay, Costamagna, Bianchi, Orellano.
Pertenecemos a la generación dedicada profundamente a los estudios, a la ciencia, a las artes y el ocio.
Somos una promoción que ha devuelto en acciones concretas las enseñanzas gratuitas recibidas del Estado, tanto en el secundario como en la universidad.
Nos disponemos a festejar estos 50 años con toda nuestra fuerza y con toda nuestra alegría, orgullosos de haber desandado sus aulas y sus patios... de haber asimilado cada una de las enseñanzas impartidas.
En fin, estamos henchidos de satisfacción por ser, nada más y nada menos, la mejor promoción de estudiantes que ha dado a la ciudad y al país el Colegio Nacional de Villa María.

La formamos:

Ursula Engelhart, Marta Meimber,
Haydeé Culasso, Rubén Di Giovambattista,
Jorge Mirotti, Aquileo Bucar, Silvio Mandrile,
Ermes Costamagna, Mario Pedernera,
Oscar Bonetto, Eduardo Laplagne, Víctor Cornejo,
Guillermo Villasuso, Juan Carlos González,
Horacio Granero, Roberto Scaglia, Carlos Martínez,
Eduardo Bonoris, Ubaldo Cerquetti, Juan Carlos Dematteis,
Martín Gómez Pizarro y Héctor Montenegro