Escribe: Federico Gazzoli

En un encuentro de primer tiempo chato, donde sucedieron cosas muy poco interesantes, pero con una realidad totalmente diferente para la etapa complementaria, ya que fue de un ida y vuelta casi constante, Deportivo Argentino derrotó como local por 2 a 1 a Colón de Arroyo Cabral y de esta manera se metió en zona de clasificados y dejó al “Rojinegro” en una situación complicada para acceder a la siguiente instancia.
En el inicio, la visita sólo demostró su ambición de ganar en los primeros instantes del juego, cuando Luciano Luppo envió al área un centro que Leonardo Sandrone, no pudo conectar con comodidad y desperdició la chance de golpear rápidamente. Pero ahí nomás el dueño de casa despertó, se adueñó de la pelota y en la primera que tuvo a su favor ya lastimó, cuando a los 7´ Claudio Díaz realizó un córner desde la derecha, Carlos Jacobi le cambió la trayectoria cerca del punto penal para habilitar a Germán Danna que, entrando por el segundo palo, se arrojó de palomita y decretó el 1 a 0 a favor del “Lobo”.
Los de Leonardo Comba no reaccionaron ante este cachetazo tempranero y, más allá de adelantarse algunos metros en el campo y de intentar atacar, nunca lo hicieron utilizando los mejores métodos y sólo llevaron peligro sobre el arco custodiado por Roberto Bazzani en una jugada aislada, a 5’ del final, cuando el uno sacó al córner un tiro libre que Lucas Giménez impulsó desde cercanías de la línea central del campo de juego.
Con esa intención desorganizada de empatar, los cabralenses dejaban muchos espacios libres en su defensa que Argentino no pudo aprovechar con la velocidad de sus delanteros para ampliar mediante ellos la ventaja, antes de irse al descanso.
Este chato primer tiempo quedó rápidamente en el olvido luego del intérvalo, ya que lo mejor de la tarde estaría por venir en el complemento.
En ese período, los de Christian Romero volvieron a golpear rápidamente: a los 5’ Ramiro Cortez envió centro pasado desde la derecha para que Claudio Andrada se la baje a Mauro Fuente, el goleador que definió cruzado y estableció el 2 a 0.
No conforme con esa diferencia, el dueño de casa continuó yendo en busca del arco contrario cuando, poco después, Cortez volvió a desbordar por la derecha, pero esta vez llegó al fondo y metió centro abajo hacia atrás para Fuente, quien definió exquisitamente de taco, pero la pelota dio en el poste izquierdo.
Con Argentino en su mejor momento, desplegando un juego vistoso y con la diferencia de dos tantos en su poder, parecía que Colón estaba para el cachetazo, pero los cambios de Comba en el entretiempo surtieron efecto a partir del cuarto de hora del segundo tiempo, cuando a los 16’ se combinaron los dos jugadores que el entrenador puso en cancha: José Navarro envió centro hacia el punto del penal y Waldemar Carranza, de cabeza, decretó el descuento cabralense.
Esto fue una inyección anímica para un Colón que se animó a ir por más, pero que otra vez volvió a encontrarse, como ya hace algunas fechas viene sucediendo, con una floja actuación de sus delanteros, que se encuentran con la pólvora mojada, sobre todo Leonardo Sandrone, que lejos de ser aquel que deslumbró en su anterior paso por la institución, ahora hace tiempo que parece estar peleado con la pelota. Además de esto, ayer se retiró expulsado a los 31’ cuando recibió la segunda amarilla por simular (la primera había sido por una fuerte infracción sobre Germán Danna).
Al final ganó Argentino, que recuperó un lugar importante en la tabla y sueña con fortalecer su protagonismo dentro del fútbol doméstico.

La figura

Ramiro Cortez, siempre veloz, complicó a toda la defensa rival. En el segundo tiempo con dos maniobras iniciadas y gestadas por él, Argentino generó las dos situaciones más claras. También fue muy bueno lo de su compañero Claudio Díaz. En Colón se destacó el ingresado Waldemar Carranza.

El árbitro

Regular arbitraje de José Martínez que, en el primer tiempo, pareció estar obsesionado con sacar tarjetas amarillas, aunque cabe decir que en algunas situaciones estuvo acertado en amonestar. Además, en algunas jugadas se olvidó de aplicar la ley de ventaja.