Escribe: DIEGO PELLEGRINI (H)

El derby de la Liga Villamariense fue de Alem. El 4 a 1 del “León” ante Alumni quedará en la retina de cada uno de los fanáticos que estuvieron ayer en la nueva Leonera. Y no es para menos, ya que el local obtuvo una victoria de esas que no se dan todos los días y mucho menos en este tipo de clásicos.
Porque a pesar que el campo no estaba en las mejores condiciones, debido a la lluvia, Alem se las ingenió para aprovechar cada una de las falencias de su rival, haciéndole pagar muy caro los errores.
Alumni sufrió el partido porque los cachetazos del “Tricolor” fueron como golpes de nocaut, del cual nunca se pudo recuperar. Y a pesar de que los dirigidos por Gustavo Miranda comenzaron con buenas intenciones el clásico, los zarpazos del “León” lo terminaron derrumbando, haciéndole perder hasta la punta del torneo.
Uno de los primeros zarpazos del local llegaría a los 18’, cuando tras un centro de pelota parada de Maximiliano Le Roux, apareció Pablo Fernández para desviar de cabeza y llenarse la boca de gol.
Ese tanto le daría a Alem la tranquilidad necesaria como para llevar adelante un partido especial. Y más teniendo en cuenta que, quien mejor había iniciado el partido era Alumni, contando con un par de situaciones claras como la aparición de Joaquín González por el segundo palo y el cabezazo de Santiago Aloi. Ambas habían puesto en jaque a los locales. Pero el 1 a 0 de Fernández echaba por tierra el buen comienzo visitante.
Alem, mientras tanto, intentaba aprovechar cada uno de los tiros libres que le entregaba en bandeja su rival cerca del área defendida por Jonathan Scalzo.
Y justamente por esa vía llegó el segundo para los villanovenses. Porque a los 27’ Diego Rivera ejecutó una pelota parada que Martín Porporatto alcanzó a desviar para que los locales festejen por segunda vez en la tarde.
El visitante, por su parte, no podía generar peligro. Y cuando lo hacía, se encontraba con la seguridad de Alejandro Maggi.
Lo contrario sucedía en el arco contrario, ya que ante cada posibilidad de gol de Alem, los locales festejaban. Como a los 33’, cuando Adolfo Rodríguez vio un golpe de José Cesarini contra Porporatto. El juez marcó penal y roja para el defensor.
Quien se hizo cargo de la ejecución fue Fernández, que venía de errar desde los doce pasos en Ausonia, pero esta vez no perdonó y la clavó arriba para el 3 a 0.
Alumni, nervioso con la decisión del árbitro y por el resultado en contra, pedía a gritos el final de la primera etapa para reordenar y clarificar los conceptos. Pero la gran definición del goleador Porporatto (45’) para el 4 a 0 de Alem, tras pase de Le Roux, no hizo más que profundizar la crisis del “Fortinero”.
El complemento, con la sensación de partido liquidado desde el vamos, dio la impresión de estar de más, a pesar que Alumni salió convencido de vender cara la derrota o por lo menos dejar una mejor imagen.
Y aunque el gol del descuento llegó sobre el final del partido, los de Miranda tuvieron un segundo tiempo muy diferente al primero, con chances de gol, dándole pelea a un rival que tenía todo a su favor.
Darío Ludueña (ingresó por Gayoso) en dos oportunidades y Santiago Aloi tuvieron la clara posibilidad como para romper el cero del Albirrojo en la tarde, pero las grandes apariciones de Maggi lo negaron hasta el minuto 43, cuando la intervención de Federico Depetris le terminó dando el gol del honor a los visitantes.
Alem, a pesar de que no fue el equipo de la primera etapa, se mostró tranquilo, manejando los tiempos, como esperando que corra el reloj. No obstante, el quinto podría haber llegado, pero la jugada que comenzó Porporatto, continuó Andrés Agosto y terminó Rivera, no arribó a buen puerto, por poco.
Alumni, con el descuento, poco pudo hacer y Alem terminó disfrutando el triunfo de una manera muy especial. La gente de Villa Nueva se fue cantando, tocando bocina, dedicándole la victoria al rival de siempre. Y todo gracias a un “León” clásico.

La figura

Martín Porporatto apareció en los momentos indicados para que Alem se quede con el clásico. En el 2 a 0, desviando un tiro libre de Rivera, y en el cuarto, definiendo de manera espectacular, por arriba del arquero. Además fue siempre a todas, realizando un gran despliegue físico y obligando constantemente a la defensa rival.

El árbitro

Adolfo Rodríguez supo llevar adelante el clásico. Bien con las amonestaciones, tratando que no se le escape el partido de las manos. Expulsó a Cesarini, por golpe contra Porporatto, cuando la pelota estaba en otro sector, marcando el penal correspondiente. Se mostró firme en cada una de sus decisiones.