“El domingo por la noche encontramos a dos perros, uno muerto y el otro agonizando. Llamamos al veterinario, pero al llegar al lugar (la plaza San Clemente) ya era tarde”, contó un vecino a EL DIARIO.
El especialista adelantó que se podría tratar de envenenamiento con estricnina.
Y no fue todo, porque esos dos animales se suman a lo que se transforma en una decena en tres días, según los testimonios recogidos.
Es que el lunes otros dos perros fueron afectados aparentemente por el mismo tóxico, según las hipótesis de los cabralenses que se manifestaron “indignados” y alarmados, además, porque “esto podría afectar a los niños que van a jugar a la plaza”. Por lo tanto advirtieron sobre la cuestión.
Lo que aparece como una matanza de perros no discrimina entre callejeros y mascotas. Por lo tanto, uno de los dueños llevó a analizar el estómago de su perro que murió tras el paseo cotidiano y ahora aguarda los resultados.

La estricnina

Es un polvo cristalino blanco, inodoro y amargo que puede ser consumido por boca, inhalado, mezclado en una solución o dado en forma intravenosa.
Las sales de estricnina son solubles en agua. En altas dosis produce una gran estimulación de todo el Sistema Nervioso Central, agitación, dificultad para respirar, orina oscura y convulsiones, pudiendo llevar a un fallo respiratorio y la muerte cerebral. En dosis mayores a 25 mg puede producir la muerte por asfixia debido a la contractura de los músculos torácicos. La dosis letal es de 15 a 25 mg. Las manifestaciones clínicas aparecen de 10 a 30 minutos después de haberlo ingerido.
Es una droga altamente tóxica y muy peligrosa. Ha habido muchos casos de niños envenenados por consumirlo accidentalmente.