Una jueza de Villa María ordenó el desalojo de una familia de la precaria vivienda que habitan en calle Modesto Moreno 286, de Villa Nueva. Allí reside un grupo de seis personas: Patricia (27), Javier (33) y cuatro hijos, uno de los cuales presenta serios problemas de salud.
Esta es la tercera intimación que sufre la familia para retirarse del hogar. Ayer, recibieron a EL DIARIO, y pidieron públicamente que la Justicia les brinde un tiempo necesario para poder terminar su techo propio, el que están construyendo a metros de donde hoy viven. Y también demandaron ayuda social.
La historia se remonta a doce años atrás. Fernández Batará los dejó como cuidadores de esta vivienda, según contó la pareja a este diario.
El hombre falleció hace seis años y “apareció una supuesta hermana”, que inició acciones judiciales.
“Nos hicieron un contrato por dos años, mi marido se quedó sin trabajo y nuestro hijo estuvo de operación en operación”, explicaron. Por eso, dejaron de pagar el alquiler de 200 pesos mensuales.
La jueza Ana María Bonadero de Barberis, del Juzgado de Primera Instancia, Primera Nominación, en lo Civil y Comercial de Villa María, ordenó el desalojo en el término de diez días, “por falta de pago y vencimiento del plazo contractual”. El expediente está denominado “Palma de Karpp Isolina Apolinaria con Ponce Javier”. Isolina es la hermana del señor que les prestó la vivienda hace más de una década atrás. Ponce es el compañero de Patricia y padre de los niños.
Patricia admitió que “hace dos o tres años que dejamos de pagar”.
La condición económica de esta familia es muy precaria. Tienen cuatro hijos: Nicolás, de 12; Rocío, de 10; Elías, de 7 y Danilo, de 4. Javier es albañil pero su trabajo es irregular. El, solo, levantó las paredes de lo que será su techo, a metros de donde hoy viven. Piensa dividir el espacio en dos ambientes.
Además, construyó la cocina y el baño de la casa de la que deben irse.
“Nos vamos a ir pero necesitamos tiempo para poder hacer el techo. Queremos que nos ayuden con los materiales”. Les faltan bolsas de cemento y piedra. Tiempo atrás, al salir en EL DIARIO, recibieron donaciones de ladrillos y viguetas, lo que utilizaron para comenzar a levantar el futuro hogar.
Ellos sufren la carencia económica pero, sobre todo, las complicaciones de salud de Danilo, un pequeño que requiere en remedios y tratamientos 300 pesos mensuales. Sus papás dijeron que el municipio no los ayuda en nada (sólo les dieron pasajes gratis en otra época).