El Gobierno municipal confirmó que por el momento no hay novedades respecto de la situación de los trabajadores que extraen arena del río Ctalamochita.
Tras la consulta de EL DIARIO, desde el área de prensa respondieron que "el municipio envió una nota al responsable de Recursos Hídricos de la provincia de Córdoba Marcelo Cámara para que se tenga en cuenta la situación de areneros que extraen arena con carros de tracción a sangre".
Lo que intenta el municipio es que la provincia arbitre medios o distintas condiciones para el trabajo de estas personas.
"No hubo respuesta de ningún tipo", pero intentan que se logre un acuerdo para normalizar la situación de los trabajadores, pero de aquellos que lo hacen tracción a sangre, insistieron.
Cabe recordar que la problemática surgió cuando en el mes de abril tras una inspección del Ministerio de Agua, Ambiente y Energía, se les secuestraron elementos para llevar a cabo su labor, a los trabajadores que viven de la extracción de arena en la ciudad, desde palas hasta un camión.
Por tal motivo y tras el reclamo, el municipio se comprometió a interceder ante la provincia, desde allí respondieron a este medio que "lo que tratamos de hacer es ubicarlos en determinados lugares, aguas abajo que haría falta hacer algunas tareas que serían realizadas por estas personas". Desde la Municipalidad confiaron que todavía nadie del Gobierno provincial se comunicó con ellos para intentar encontrar una solución al problema.
Quizás, el motivo de la tardanza y el no llamado tenga relación con el excesivo listado de trabajadores que el municipio le entregó a las autoridades provinciales, según lo reconoció semanas atrás al ser consultado el mismo Cámara.
También en la ocasión había asegurado que “es un tema social, le reclaman al municipio alguna forma de ingreso pero eso nos excede a nosotros, no podemos atender problemáticas que exceden a este Ministerio".
En cuanto a los trabajadores, gran parte de ellos continúan realizando sus habituales tareas, pero arriesgándose a ser sancionados nuevamente y hasta penados con la ley en caso de que la Justicia diera cuenta que llevan a cabo la labor.
La respuesta de los areneros es desde el sentido común... “tenemos una familia que alimentar”.