Ya había caído la noche, húmeda y fría, sobre la Villa cuando los cuatro encapuchados ingresaron en la Distribuidora Coronel. Todos llevaban armas de fuego.
No hicieron falta demasiadas palabras para que Alberto Coronel y los cinco jóvenes empleados que estaban con él, cuatro varones y una mujer, comprendieran que estaban siendo víctimas de un asalto.
“Fueron dos o tres minutos que parecieron dos o tres horas”, dijo a EL DIARIO uno de los trabajadores de la firma y agregó que “ésta es la primera vez que ocurre algo así, a mano armada. Nunca antes había pasado”, explicó el hombre.
Eran las 19.30 y el comercio, ubicado en Reconquista 474, en barrio Parque de esta ciudad, estaba por cerrar ya sus puertas al público cuando ingresaron los asaltantes, “aparentemente jóvenes, a juzgar por el timbre de sus voces y sus contexturas físicas”, describieron los damnificados.
Alrededor de 2.500 pesos en efectivo es lo que se llevaron los delincuentes, confirmó a este medio el trabajador consultado y abundó: “Ninguno de los chicos ni el dueño del local fueron golpeados, atados o tratados con más violencia que la que supone el verse amenazados con armas.”
De lo sustraído, una parte del dinero estaba en la caja registradora y correspondía a la recaudación del día “unos 1.500 pesos” y el resto era “de los empleados, a quienes les robaron la plata que tenían en las billeteras”, expresó la fuente consultada.
No se llevaron otra cosa, más que dinero. Ni celulares ni mercadería.
El propietario de la firma resolvió darles el día de ayer a los cinco empleados que fueron víctimas del atraco para que “se repongan del mal momento que les tocó vivir y que los dejó muy impresionados”, explicó el encargado del negocio.
Aunque ninguno de los trabajadores pudo oír ruidos cuando los delincuentes se fueron, se especula que huyeron a bordo de un automóvil.
Ayer por la mañana fue radicada la denuncia de lo ocurrido en la Comisaría de Distrito.