La poesía es una forma de vida, un estilo del pensamiento, una manera de entender, asumir y encarar la vida.
Puede entenderse la poesía como un hábito de la mirada, como roce del tacto, como un olfato del entendimiento, como paladear las cosas.
La poesía es un gesto del alma.
La poesía es la piel.
La poesía sucede en cada uno, como nos suelen suceder las ganas de reír o de llorar sin que atinemos a entender muy bien por qué. La poesía, es algo que nos pasa. Lo demás, son versos.
Nos ocurre a todos, con mayor o menor frecuencia. Hay quienes la niegan, quienes prefieren pretender que no les pasa, o apelan con mayor o menor suerte a recursos lógicos, científicos o físicos (150 abdominales, por ejemplo) para eludirla o esperar que se pase, como una gripe.
Pero nos ocurre a todos y en el fondo, no hay remedio que pueda mitigarla.
La poesía se abre paso, suceda lo que suceda.
Al Raúl “el Turco” José, le ocurre de madrugada, cuando las últimas volutas del humo del cigarro lo vienen a arrullar, para que el bohemio duerma.
Y él saluda al sol, que ya quiere asomar, con un toque de su pluma. Y cuelga en los muros virtuales de la red (léase Facebook) pinceladas (o noticia, tan periodista él) de su alma, para compartirlas con quien quiera leerlas, como se comparte el vino, el pan, la noche.
EL DIARIO, ahora, comparte con sus lectores de papel, algunos trazos del poeta que tiene “ganas de escribir”.
Un minuto, una vida
Apenas se necesita un segundo para decirle que las amas...
Pero una vida para demostrarlo...
Un minuto para mirar su mirada...
Un minuto para hacer el amor...
Pero una vida para conservarlo...
Una vida para arrepentirse de perder segundos y minutos...
De saber que la has perdido...
Apenas se necesita un segundo para el final...
Apenas para seguir viviendo... sin ella...
Tal vez sin nadie...
Cuando te llame
Cuando mis voces te llamen...
Cuando mis manos te aprieten...
Cuando mis brazos te abracen...
Cuando mis ojos te lloren...
Cuando mis noches de domingo te extrañen...
Cuando me despierte la rutina...
Cuando me llame la calma...
Cuando me llegue la hora de pensar...
Cuando tu indiferencia sea un martirio...
Como un fantasma que se burla de mis voces, de mis manos, de mis ojos,
de mi calma y de mi cansancio...
Tal vez sea tarde...
O tiempo para volver a pensar...en mí...
Para volver a mis noches de domingo...
No harán falta, entonces, ni mi martirio ni tu indiferencia...
Apenas hará falta mi orgullo...
No recuerdo
No recuerdo los sueños que sueño...
Las veredas que camino ni las hojas que se cruzan...
No recuerdo las calles de otoño ni el sufrimiento del último verano...
Ni el color de los árboles ni el vuelo de los pájaros...
No recuerdo las noches sin tiempo ni las copas cargadas...
Ni la madrugada con buenos amigos...
No recuerdo la cena de los jueves ni el domingo sin horarios...
No recuerdo el ruido del mediodía ni la despedida del colectivo de la tarde...
Ni siquiera recuerdo las estrofas de la canción preferida...
Ni el café de la mañana ni el programa de la noche...
No recuerdo la última lluvia ni el último viento...
Ni el centro iluminado ni la plaza vacía...
Sólo recuerdo sus ojos...
Estaré aquí
Cuando mueran las flores...
Cuando no sople el viento...
Cuando lloren los niños...
Cuando callen los diarios...
Cuando pare la lluvia...
Cuando agonice el sol...
Cuando caigan las hojas...
Cuando el mundo quiera frenar su locura...
Yo estaré aquí...
Tal vez vivo...tal vez no...
Pero aquí...
No despiertes
Cuando te llame esa voz...
Cuando te susurre mientras duermes...
No despiertes... Eschúchala...
Sin despertar...
Si lo haces, escapará al olvido...
Si tapas tu cabeza con la almohada y sigues soñando, la tendrás a tu lado...
Y te hará viajar al pasado...
Al pasado que soñaste...
Y al que quieres seguir soñando...
No despiertes...
Escúchala durmiendo...
Soñando...
Y despierta cuando llegue el silencio...
Cuando pienses que no habrá olvidos...
Cuando te llame esa voz...
Pregúntale quién es...
Pero no despiertes...
Morir y nacer
Cuando mueren las palabras nacen los silencios...
Cuando mueren las poesías nacen las canciones...
Cuando mueren las campanas nacen las palomas...
Cuando mueren los amigos nacen las tristezas...
Te busco
Te busco en la puerta de tu casa y en las estrellas de tu patio...
En la esquina de tu escuela y en la plaza de veredas rotas...
Te busco en el bar que ya no existe y en el fondo de una copa de vino...
En los árboles con llantos de pájaros...
Te busco en las noches sin luces y en el último abrazo...
En los poemas sin respuestas y en la soledad del bulevar...
Te busco en cada rostro y en cada sonrisa..
Te busco en el pasado sin retorno...
Aunque no quieras ver
Hay fotos de recuerdos...
Fotos que quieras guardar para siempre...
O que quieras borrar para siempre...
Pero que no podrás ignorar nunca...
Fotos que te trasladarán a un pasado feliz...
O que te llevarán adonde no quieras que te lleven...
Pero ahí estarás, retratado...
Esclavo de una imagen...
Esclavo de un paisaje que soñaste o que no quisiste soñar...
Pero son tus ojos... aunque no quieras ver...
Son tus ojos, aunque los quieras borrar...
Tiempos de niebla
La niebla de esta madrugada no espanta a los enamorados...
Los une en un beso...
Espanta a los odios...
Los deja en silencio...
El silencio de los que odian...
La niebla es cómplice de las ventanas húmedas...
Húmedas de nostalgias...
De otoños que despojaron al sol...
Porque son sus tiempos...
Tiempos de niebla y de besos de enamorados...
Sin espantos...
Sin odios...
Con ventanas húmedas que no dejan ver el cielo...
Aunque el cielo está...siempre está...
Más allá de la niebla...
Entrega tu poema
Entrega tu poema por debajo de mi puerta...
Aunque tenga palabras ingratas...
Yo te regalaré una rosa, como cambio...
Acaso nos reencontraremos en el recuerdo...
Entrega tu rencor por debajo de mi almohada...
Aunque tenga reproches...
Yo haré volar una paloma...
Entrega tu pasado al mío...
Yo te brindaré mi presente...
Entrega tu nostalgia a la película que más te guste...
Yo te otorgaré mi libreto más amargo...
Y mi recuerdo... Y mi paloma imaginaria...
Que seguiré haciendo volar, pese a tu ausencia...
Pese a esa rosa sin tiempo... que guardo como regalo...
Vale más
Vale más el abrazo de un amigo que mil palabras ingratas...
Vale más un callejero hambriento que una mujer arrogante...
Vale más un cielo cubierto que un sol sin colores...
Vale más un granito de afecto que una enorme montaña...
Vale más la simpleza de una mirada que un saludo sin dueño...
Valen más mis sueños y tus sueños...
Valen más tus amigos y los míos...
Valen más dos lágrimas que un llanto eterno...
Vale más un camino con espinas, si sabes caminarlo...
Aunque no llegues primero...
Blanquito y negro
Y te vi...
Sentadito en mi puerta...
Como pidiendo un lugar para dormir sin frío...
Y fui yo quien sentí frío en mi corazón por no poder invitarte...
Pero los callejeros no mueren....
Sobreviven...
Perdón, blanquito y negro...
No me lastimes más este corazón tan lastimado...
No tengo espacio para los dos...
No tengo excusas a tanto egoísmo...
Perdón, blanquito y negro...
Los callejeros sobrevivimos...
Mañana, te prometo, bajaré un trozo de pan para los dos...
Sentaditos en la puerta...
No lo dudes
Si baja una estrella y te invita a viajar, no lo dudes...
Ella simplemente te impondrá dos condiciones: no le preguntes ni el lugar ni el tiempo...
Te hará conocer a un amante invisible...
No habrá días ni meses ni años. No habrá calendarios...
Verás pájaros dorados que vuelan sin alas y sabrás dónde viven los desaparecidos...
Se cruzará la luna para regalarte un beso...
Tendrás una cama de flores, para dormir y una mesa de papel, para cenar...
En el medio de un campo celeste estará aguardando el duende del silencio...
Si baja una estrella, sube...
Te hará retornar cuando ella quiera...
Si es que quieres retornar...
Yo te estaré esperando, en tu viaje o en mis sueños...
Locos
Locos son los que cruzan la calle sin mirar quién viene...
Los que cuentan las hojas que desprecia el otoño...
Los que hacen de un banco de plaza una cama...
Locos son los que cenan pan...
Los que aman a la mujer que no lo merece...
Los que escuchan la música del viento...
Locos son los que leen diarios viejos...
Los que hacen preguntas y no obtienen respuestas...
Locos son los que dicen incoherencias...
Locos somos todos...
Amiga invisible
La ternura es un niño descalzo...
Un mendigo de amor...
Un perro sin refugio...
La ternura es una mano vacía...
Es una niña sin padres...
Es la magia de las lágrimas secas...
La nostalgia es una noche de domingo...
Una cuadra oscura de barrio...
La ternura es un amor inolvidable...
Es la paz que nunca llega...
Es un mundo sin reproches...
La ternura es una amiga invisible...
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