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Existe un alto porcentaje de niños que tienen problemas para dormir |
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El dormir es un hábito que se aprende desde que los bebés salen de la panza de sus mamás.
Los bebés no nacen sabiendo dormir, ya que éste es un hábito que van a ir aprendiendo desde sus primeros días de vida.
Existe un alto porcentaje de niños que tienen problemas para dormir. Esto se debe a que no han adquirido bien este hábito.
Los recién nacidos no distinguen entre el día y la noche. En el útero materno pasaban horas durmiendo y otras despiertos, alternativamente, sin horarios preestablecidos.
Cuando los bebés nacen son los padres los que deben enseñarles a dormir. Todos los bebés saben dormir, pero no todos saben hacerlo bien. A partir del tercer o cuarto mes algunos niños pueden dormir de corrido toda la noche y otros se despiertan varias veces.
Los recién nacidos suelen despertarse cada tres o cuatro horas y a veces cada dos o tres horas para comer. En ese lapso de tiempo, los niños se despiertan, son alimentados, se les cambia el pañal y se vuelven a dormir. Esto es lo más común, pero hay niños que no tienen parámetro horario.
Los niños se adaptan a períodos más largos de tiempo llegando al tercer o cuarto mes de vida. Generalmente, ahí cambian sus ritmos biológicos porque los bebés va madurando en la medida en que su sistema nervioso central incorpora estas funciones. Esto no es igual para todos, hay quienes lo logran más tarde.
¿Cómo enseñarle a dormir a un recién nacido? No es sencillo, pero se logra con una rutina diaria, paciencia y perseverancia. También hay que darle pautas para que aprenda a distinguir el día de la noche, el silencio del ruido, los horarios de comida, etcétera.
Los bebés lloran y lo hacen por diferentes causas (hambre, sueño, frío, calor). No es conveniente alimentarlos inmediatamente ante el primer llanto porque no siempre que lloran significa que lo hacen por hambre. A veces se calman sólo por el contacto con la mamá o el papá.
Enseñarles a diferenciar entre el día y la noche. Para ayudar a que los bebés puedan diferenciar entre el día y la noche es conveniente que de día estén en un lugar de la casa distinto de aquel en el que van a estar a la noche. Pueden estar en el living, en la cocina, en el cochecito, etcétera. No es necesario que haya silencio absoluto en esos lugares donde están los bebés, puede haber música o ruidos de las tareas habituales que se realizan en la casa. De noche, lo conveniente es que sí haya más silencio, menos luz, mayor tranquilidad y que duerman en su cuna.
Los momentos en los que están despiertos hay que hablarles, mimarlos y jugar con ellos para que empiecen a diferenciar entre el estar dormidos y despiertos.
Establecer algunas rutinas. Es bueno establecer rutinas, como por ejemplo, bañarlos antes de la comida anterior a que se vayan a dormir por la noche. Hay que tratar de hacerlo siempre en el mismo horario.
Equilibre los horarios de la siesta. La siesta es importante, pero no debería ser demasiado extensa, ya que podría llegar a afectar el tiempo que los bebés necesitarán dormir por las noches.
Los bebés debe dormir con ropa cómoda y no tener frío ni calor.
No se recomienda que se duerman en brazos. Es mejor acostarlos solos en su cuna y cantarles una canción o hablarles despacito, diciéndoles que tienen que dormir y despedirse.
No es tarea fácil. Generalmente los recién nacidos se duermen mientras se alimentan, se espera que hagan un provechito y se los acuesta. Esto se hace para que desde el principio los bebés reconozcan su cuna como lugar de dormir. Así cuando se despierten en el medio de la noche, estarán en el mismo lugar donde se durmieron.
De todas maneras, los recién nacidos están en una etapa en la que el despertar tiene que ver más con el hambre, pero a la vez es la edad ideal para comenzar a enseñarles este hábito de dormirse solos en su cunita.
Lleve a su bebé a dormir cuando esté somnoliento. Su bebé no debería estar completamente despierto antes de llevarlo a dormir a su cuna. De hecho, los expertos afirman que lo mejor es que no lo esté. Al hacer dormir a su bebé cuando se encuentre somnoliento, pero aún despierto, lo estará ayudando a aprender cómo asociar la cuna o el moisés con el horario para dormir -y no sus brazos- pero siempre teniendo en cuenta el proceso del sueño.
Manténgase activa. Mantener al bebé estimulado, ya sea hablándole, cantándole, jugando con él, paseándolo por la casa o haciéndolo escuchar los ruidos de su hogar, entre otros, hará maravillas y lo ayudará a dormir más profundamente por las noches.
Centro Integral de Preparación para el Parto.
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com
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