La villamariense Vanesa Cufré, coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA), demandó ayer que el Estado provincial tenga en cuenta la elección de las personas que deciden prostituirse de manera independiente, y se preguntó qué hará el Gobierno con los trabajadores sexuales en caso de cerrarse los prostíbulos, tal como prevé el proyecto de ley elaborado por José Manuel de la Sota.
Como se sabe, la provincia va contra el macabro y millonario negocio de la trata y la droga con dos proyectos que son tratados en la Legislatura. Se prevé que se cerrarán todos los prostíbulos, aunque en realidad desde hace décadas están prohibidos por la legislación vigente.
AMMAR Córdoba, que nuclea a las meretrices de la provincia, viene demandando que se escuche su posición y que se deje trabajar en libertad a quienes se prostituyen sin explotadores de por medio.
Cufré, consultada por EL DIARIO al ser una referente de un colectivo que por su situación de vulnerabilidad suele incurrir en el trabajo sexual, remarcó ayer que “hay que respetar las autonomías de las decisiones de las personas”. Tras subrayar que no sólo se prostituyen “compañeras sino también compañeros”, Vanesa consideró que “lo interesante es trabajar para que la prostitución no sea la única opción para poder vivir, pero no obstante hay que respetar lo que deciden las personas”.
En este sentido, trajo a colación la polémica abierta cuando por decreto presidencial se prohibieron los avisos clasificados de oferta sexual en los diarios de todo el país. “Es un tema controvertido porque hay que contemplar a las personas que quieren estar en esta actividad, que trabajan sin rufianes de por medio y que quieren hacerlo de manera reservada, es decir, no en la calle, sin tanta exposición”, declaró, advirtiendo que “la noche comprende circuitos peligrosos”. “No se puede avanzar sobre derechos de las personas”, opinó la dirigente local.
Más allá de su pedido de respeto a la libertad de elección, Cufré sostuvo que el Estado debería tener un abanico de posibilidades a fin de que “la prostitución no sea la única salida laboral”.
Consultada sobre si desde su lugar observa que la mayoría trabaja en este rubro por elección o por necesidad, respondió que “las chicas trans recurren a la prostitución porque es la única salida que tienen”.
En tanto, destacó que se ha abierto en los últimos tiempos un panorama de capacitación e inclusión laboral “que antes no existía” para este colectivo.
“Yo creo que existe cierta manipulación política del tema y se desvía el eje hacia otro lado. No toda prostitución es trata. Mis compañeras trans no participan de la trata de personas, en primer lugar porque somos muy independientes por habernos ido de muy chicas de nuestros hogares y en segundo lugar porque cuanto estuvimos frente a situación de dominación o de rufianismo, no caímos presa de eso. Tampoco hemos pagado coimas a la Policía, evitamos caer en el sistema y por eso hemos estado detenidas injustamente y perseguidas”, manifestó.
“Mi interrogante es qué hará el Estado cuando nadie pueda trabajar de esto, qué va a pasar cuando no exista este trabajo. ¿Le van a dar una fuente laboral a cada uno? Se incurren en planteos drásticos y radicales y piensan que van a abolir la prostitución así nomás. ¿Cómo van a emplear y capacitar a quienes queden en la calle? ¿El Estado nos va a contratar?”, se preguntó.
“Se creen que son medidas progres, pero no sé si solucionan algo”, concluyó la coordinadora departamental de ATTTA.