Después de hablar con una mujer como Francisca, no suena extraño oírla decir que ahora, a los 101 años, debe afrontar “una nueva lucha”.
Esta batalla se origina en un problema que tiene en la visión.
Se atiende con un oftalmólogo reconocido de la ciudad y, si bien tiene cobertura social a través del PAMI, el costo de la intervención que le tienen que realizar es de 1.500 pesos por ojo.
“Yo voy a empezar a juntar plata, para conseguir ver aunque sea de un sólo ojo”, dijo.
La familia la apoya, por lo que seguramente entre todos podrán conseguir los recursos necesarios para mejorar la visión de Francisca.
“No me gusta perderme lo que pasa”, dice.
Se acerca para ver y cuando percibe que el fotógrafo la está retratando, le pregunta el nombre. “Si me va a sacar fotos, joven, déjeme saber cómo se llama, ya que desde allá no lo puedo ver”, bromea. Pero al retomar el tono serio de la charla, dice que realmente la incomoda no poder observar lo que está a su alrededor.
Quiere volver a ver los colores, las sonrisas de su familia, para seguir haciéndole frente a la vida con todos sus matices.