Pide ayuda

A la Justicia Federal de Villa María:

Necesito ayuda, tienen la facultad y el poder de hacerlo. Soy una persona que fue arrastrada por el flagelo de la droga, pero hoy me doy cuenta de que maduré y mi vida cambió.
Estoy de acuerdo con la condena dictada por el tribunal, pero hoy estoy parado frente a ustedes y no como culpable a los cargos que se me imputan.
Soy inocente, condénenme por adicto, no por traficante. Las drogas que tenía en mi poder eran para consumirlas, no para su venta ni cerca de eso, no lo necesitaba, no necesitaba dinero, no me encontraba bien, me sentía mal, no sé qué me pasaba.
Si no, fíjense la locura que llegué a producirme, una locura que me llevó al Instituto del Quemado. Mi inconsciente estaba pidiendo ayuda y “nadie lo entendió así”.
Hablé con el psicólogo y el psiquiatra del Hospital, les conté sobre mi adicción, la sobredosis de LSD 25 y nada cambió.
Hoy siento que yo soy la salida, reconozco que hubo profesionales que me ayudaron mucho en el Servicio Penitenciario Villa María (SPVM) y tengo lo más preciado que puede tener un ser humano: una familia que hacía mucho no tenía.
Ellos y el amor a la vida, sus valores, sus energías, me cambiaron la existencia. No consumo más drogas, me separé de ese círculo vicioso, lo evito, no lo considero una salida, sino el camino más corto hacia el fracaso.
Por eso es que también soy un reflejo de lo oscuro y siniestro que es el mundo de las drogas.
Sé que puedo ayudar a muchos chicos. Yo viví cosas feas al respecto, mi cuerpo tiene sus huellas, puedo ser una herramienta para ustedes.
Puedo ayudar a mucha gente, creo saber cómo hacerlo, permítanme recuperar mi vida, ya que “todavía puedo”, confío en su buena fe.
Doy mi palabra frente a un tribunal y demuestro que cambié, certificando un trabajo, la escolaridad y a través de los análisis médicos mensuales.
Me brindo a comparecer cada vez que el tribunal lo disponga, ofrezco una fianza, ya llevo dos años y medio detenido.

Leonardo Robiglio
DNI 30771898
Estudiante de Trabajo Social, Inescer


La Cámpora

Señor director:

El retorno de la política a la escena nacional, a partir de 2003, con el gran impulso originado en el proyecto Nacional y Popular de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, posibilitó que los ciudadanos intervengan en los asuntos públicos con su opinión, con su voto o de cualquier otro modo, generando que gran parte de nuestra juventud se organizara en agrupaciones para poder expresar sus ideas.
Muchas de ellas hoy nuclean a gran parte de esta juventud, donde han logrado encontrar un espacio para estar al servicio de quién más necesita.
Una de esas agrupaciones es “La Cámpora”, formada antes de las elecciones donde fue elegido como presidente Néstor Kirchner, el grupo reivindica la militancia de los años 70 y toma el nombre de quien fuera presidente en 1973, Héctor José Cámpora.
Esta agrupación trabaja en nuestra ciudad con militantes absolutamente despojados de toda ambición política, con el solo objetivo de servir a quienes más necesitan, no teniendo aportes de ninguna especie, salvo el que ellos mismos generan con el trabajo comunitario.
Su presencia en los barrios locales más carenciados se está haciendo habitual en los últimos meses, llevando todo lo que se pueda conseguir por donaciones, también asesorando en temas como jubilaciones u otras situaciones legales.
Este trabajo silencioso, pero de alto contenido social, nos muestra que nuestra juventud es el futuro de una sociedad diferente, pero podemos animarnos a decir que hoy es el presente, que el cambio está en marcha y difícilmente puedan detenerlo.
La Cámpora es nada más ni nada menos que una expresión de militancia en estado puro.
Esta síntesis sólo pretende reflejar de qué se trata, para que nadie se confunda o sea sorprendido con opiniones y conjeturas que sólo buscan distraer los verdaderos objetivos de nuestra juventud, cuya acción altruista es digna de ser resaltada.

D. P.
DNI 11445943