|
|
|
|
|
|
|
Muchos niños se quejan por la comida y las cocineras les dan la razón (foto ilustrativa) |
|
|
|
|
|
Por ahora no se evidenció en Villa María la situación que sí se refleja ya en la capital cordobesa, respecto al Paicor, el Programa de alimentación que tiene la provincia.
Medios capitalinos vienen dando cuenta de la implementación de una copa de leche de emergencia, la que comenzó a servirse días atrás. El Gobierno de José Manuel de la Sota citó a referentes de las empresas que proveen el servicio y se comprometió a rediscutir los precios.
La leche chocolatada o leche con malta se cambió por un mate cocido con leche. La factura, vainilla, alfajor o criollo que se servía de manera rotativa se cambió por pan francés, sin mermeladas.
El jefe de Gabinete, Oscar González, aseguró a la prensa cordobesa que no es que se brinda un menú de emergencia, sino que existe un cambio en la composición del desayuno.
De acuerdo a consultas efectuadas por EL DIARIO ayer, no hubo un cambio en la merienda en las escuelas de esta ciudad. Lo que sí se observó es el reclamo por la calidad del menú.
En una escuela en particular, las cocineras revelaron a este medio que están “cansadas” de labrar actas denunciando la calidad de la comida que llega para ser servida a los pequeños alumnos.
Incluso, anteayer llegaron a tener que devolver las frutas por el estado en el que llegaron a un establecimiento educativo de Nivel Primario de un barrio.
“Hay días en que los chicos dejan todo. No les gusta la comida que mandan y nosotros coincidimos porque es una porquería”, dijo una de las entrevistadas.
Si bien se explicó que se sigue recibiendo leche, cacao, masitas dulces de distintos sabores, como vainillas, y bizcochos, por lo que no ha llegado una merienda de menor calidad, sí hay quejas por la comida que se sirve en el almuerzo.
“El desayuno es lo único bueno que se sirve”, declaró una cocinera que está en actividad desde hace más de un lustro.
En cuanto al menú, empleadas de la cocina explicaron que la carne es pésima: “Es toda grasa pura o nervios”, ilustró una.
“Ayer -por el jueves- servimos un pastel al plato y la salsa era líquida, parecía un vómito”, añadió.
Los estudiantes no reciben, desde hace tiempo, ni pollo ni milanesas.
Lo que más llega a las escuelas es salsa. Así, las cocineras deben servir siempre un menú vinculado a la misma. Arroz, fideos y polenta (“que parece sémola”), entre otros.
Tres días a la semana se sirven frutas. Llega mandarina y naranja, rara vez se da banana o manzana.
Los demás días suele haber escones, un alfajor o un cereal. “Hace poco enviaron escones vencidos o a veces llegan rotos”, aseguró una de las fuentes.
Esta no es la primera vez que se pone en cuestionamiento la calidad del menú del Paicor. Y cada vez que ocurre, oficialmente salen a desmentirlo.
Ayer, este diario intentó sin suerte comunicarse con Rubén Erregarena, el coordinador del Paicor en la ciudad.
Otras notas de la seccion Locales
Olaviaga y Bedano en el racimo de opciones
Los comicios marcados por la presencia de Zannini y Cavagnero en las boletas
"Ya no es factible sostener la imagen de familia dominante"
Entusiasmo y aprendizaje: lo que dejó la Feria de Ciencias
"Cada vez más niños se involucran en la ciencia"
|