Durante cuatro horas la Policía de Villa María allanó ayer una casa situada en la calle Ramos Mejía al 2000, en el marco de la investigación abierta por un asalto registrado el martes pasado en Villa María, en las últimas horas de esa jornada.
En el contexto de este operativo, producido entre las 7 y media de la mañana y el mediodía, se detuvo a un hombre de 28 años. Trascendió que la División Investigaciones obtuvo elementos importantes para la causa.
El joven quedó detenido en un calabozo de la Departamental General San Martín a disposición del fiscal de Instrucción del Segundo Turno, Gustavo Atienza, quien investiga el episodio.
En su edición del jueves, EL DIARIO había dado cuenta del violento episodio. Luciana Castro (32), sus dos hijos y un chico que le ayuda fueron sorprendidos por un par de asaltantes y padecieron media hora de terror. Fue en su casa, ubicada en Porfirio Seppey 1552, donde tiene una distribuidora de huevos de gallina.

Una brutal golpiza

“Me molieron a palos”, le confió la joven a este matutino.
Los delincuentes, según manifestó la víctima, eran jóvenes de entre 24 y 27 años, iban encapuchados y uno de ellos llevaba un arma de fuego.
“Sólo buscaban plata. No querían otra cosa. Y se ve que conocían la casa y el movimiento, porque me preguntaron por mi marido. Les pedí que no me tocaran los chicos, pero ellos no me hicieron caso. Le pegaron a la nena, que tiene dos años y medio, le dejaron las manos marcadas en la espalda. Y a mí me pusieron el caño de la escopeta recortada en la cabeza. ‘Si no me das la plata te c... un cuetazo, negra’, me decían. Y yo insistía en que no tenía plata. ‘¿Qué querés, que te la dibuje a la plata?, les decía. ‘No tengo plata’. Y me seguían pegando culatazos en la cabeza, en el estómago, en la espalda, en la boca. ‘¡Mirá que sos dura, negra!’, me decían y me seguían pegando”, relató Luciana a EL DIARIO.
Los delincuentes se llevaron un teléfono celular, una cámara de fotos y 200 pesos falsos.