Si bien la Terapia Ocupacional es una carrera bastante nueva en Argentina (tiene poco más de 50 años y surgió con los primeros casos de poliomielitis), su futuro se anuncia vasto e ilimitado. A decir del licenciado Marcelo Esper “se debe al cambio esencial de paradigma que se ha operado en la concepción mundial de la salud, ya que hoy recuperar y rehabilitar tiene tanta importancia como antes prevenir y curar”.
De hecho, la profesión que busca reincluir a quienes por razones de salud o incapacidad perdieron terreno en el campo de la vida, ha ido ganando injerencias en todas las demás áreas. Hoy por hoy, la Terapia Ocupacional es una herramienta indisoluble de la Medicina, la Sociología y la Psiquiatría.
En tanto, los hospitales de día y de salud mental, las instituciones de rehabilitaciones físicas o psicomotrices, las escuelas especiales y los geriátricos, los municipios y los destacamentos penitenciarios, los centros de adicciones y recuperación, serían casi inconcebibles sin el trabajo de los terapistas.
“Cuando nos referimos a la ocupación, no solamente hacemos referencia a rehabilitar a una persona para que pueda volver a trabajar –señala Esper- sino para que esa persona pueda volver a ocuparse de cualquiera de sus tareas cotidianas, desde higienizarse la boca hasta moverse en la via pública, cocinar o asistir a un cumpleaños. Lo que busca el terapista es promover la autonomía de esa persona a través de procesos de rehabilitación bio-psico-sociales”.

Unica en la provincia

La carrera de Terapia Ocupacional se dicta en doce universidades de todo el país, algunas privadas y otras nacionales. La de Villa María es una de las últimas que se abrió y es la única de toda la provincia de Córdoba y zona centro, región que junto al NOA y el NEA es de las más necesitadas. Esper remarca que “como coordinador de la carrera recibo casi todos los días pedidos de diferentes instituciones y organismos de Gobierno solicitando terapistas porque hoy la provincia no llega a cubrir la demanda. Este año, tenemos en nuestra universidad estudiantes de Salta, Corrientes y Ushuaia. De todos los puntos del país se han venido a formar acá y eso es un orgullo. La calidad académica que estamos teniendo es realmente notable gracias a un cuerpo docente muy comprometido con la profesión”.
La carrera en la UNVM tiene una duración de cinco años y mil horas de práctica entre segundo y quinto año dividida en cuatro módulos de 250 horas cada uno. Esper rescata, por sobre todas las cosas, el enfoque “humanístico, dinámico y sistémico” que tiene la carrera, “apuntando a las necesidades generales a la persona y con una mirada muy holística de las necesidades del sujeto. Es por eso que muchos profesionales eligen esta carrera, psicólogos, kinesiólogos o profesores de Educación Física que buscaban una mirada más completa del sujeto. Este es el mensaje que dan estos alumnos, de no quedarse en lo meramente biomecánico o biomédico”, sintetiza.
Respecto al crecimiento de la matrícula en los últimos años, el coordinador señala que “los ingresos han superado las expectativas y venimos creciendo año a año. En 2010 teníamos 22 ingresantes, en 2011 subimos a 35 y ahora son 55”.

“Mucha vocación de servicio”

“Según la Universidad de Oxford, Terapia Ocupacional es una de las carreras con más salida laboral en todo el mundo. Y la enorme demanda que hay en el país así lo confirma”, señala.
Según Esper, el perfil del terapista, “debe tener mucha vocación de servicio y mucha creatividad, ya que no existe un enlatado terapéutico para las patologías”. Y otra cosa que remarca es que “si bien el 90% de nuestra población académica es femenina, ésta no es una carrera exclusiva para mujeres. La necesidad de hombres es fundamental, no sólo por fuerza física sino por género e identificación. Los varones que nos recibimos inmediatamente empezamos a trabajar y no damos abasto”, concluye.
Iván Wielikosielek
-Especial UNVM-