Estincal, una sigla con una rica historia de esfuerzos y objetivos definidos significaba "Establecimiento Industrial del Calzado". Comenzó con un local dedicado a la venta de zapatos sobre calle Corrientes al 1000.
Algunos años después se pondría en marcha detrás del inmueble una pequeña fábrica para abastecer al comercio en general. En el trayecto inicial, arribaría a la Villa, procedente de la Capital Federal, un técnico en la materia para capacitar al personal y para impulsar el desarrollo genuino de la fuente de trabajo. Se trataba de Pedro García, quien se asocia con Agustín Baudino, Lorenzo Marchisio y Octavio Sebaste, conformándose ya de ese modo como fábrica de calzados. Corría 1951 cuando se incorpora a la sociedad trabajando a pleno vapor, Américo Bianco y, posteriormente, Rutilio López.
La pujanza y dedicación de estos hombres convirtió a Estincal en una fábrica modelo a nivel país concentrándose básicamente en la confección de calzados para damas. Fueron exportadores, llegando a crear más de 100 puestos de trabajo que producían 600 pares de zapatos por día. Digno es mencionar el apellido de un puñado de esos hombres y mujeres que respondieron con lealtad y trabajo a la iniciativa de sus empleadores: Bizzutti, Moreno, Llanes, Sacán, Marzola, Vizuetta, Avalle, Rubio y González, entre tantos otros. La crisis que conmovió a tantas empresas, finalmente alcanzó a Estincal que cerró su establecimiento en 1984.
Hasta la próxima...
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO
Otras notas de la seccion Culturales
Analía Rosso mostrará sus cuadros en el Favio
Inscriben en escuela de modelos
Un humor sin red
"Hago bailar cuarteto a americanos y extranjeros en mis clases de Nueva York"
El PEUAM obtuvo un premio en Ausonia
|