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Silvia Castellano, en la Redacción de EL DIARIO, muestra las fotos que tomó tras el episodio de violencia. En las imágenes pueden verse los pedazos de ladrillos que sirvieron de proyectiles |
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Silvia Castellano tiene el rostro marcado por el temor y la angustia que le produce la situación en la que vive. La mujer reside en una vivienda de la calle Mafalda Gilli 249, en el barrio San Nicolás de esta ciudad.
El pasado viernes, alrededor de las 17.30, esa casa fue escenario de un violento episodio en el que uno de sus hijos (Cristian, de 18 años) fue herido de arma blanca en uno de sus brazos y recibió el impacto de al menos una mitad de ladrillo que impactó en su cadera, “por suerte, ya que si no la paraba él, iba a pegar en mi nieta de un año, que estaba detrás en el andador”, contó la mujer a EL DIARIO.
Según narró Castellano todo comenzó cuando “un grupo de chicos, algunos menores y otros mayores, estaban en la puerta de mi casa oliendo ‘fana’ y llamando a mi hijo Cristian. Salí afuera para decirles que se fueran, que no tenían nada que hacer ahí y entonces me amenazaron con apedrearme la casa e inclusive con matarme, que me iban a balear la casa y a quemarla. Les dije que si no se iban llamaría a la Policía. Uno de ellos se fue, diciéndome que iba a volver con su hermano, otros se quedaron. Llamé a la Policía. Los que se habían ido volvieron poco después y empezaron a tirar piedrazos contra la casa, donde había chiquitos: dos de 6 años, uno de 5, uno de 2 y una de 1 año. Entonces salí a defender a mi familia y también recibí piedrazos. Todo habrá durado unos 10 minutos, que me parecieron una eternidad. Fue una locura. Hasta que llegó la Policía. Pero no hay ningún detenido”, manifestó Castellanos.
“Tengo mucho miedo”, dijo la mujer, quien abundó: “Sé que mi hijo Cristian no es ningún santo, una hace lo imposible para que no se metan en nada raro, pero esto es demasiado. Me quiero ir del barrio, aunque sea mi casa propia, porque así no se aguanta más. Y ningún vecino hace nada, ni denuncia, porque tienen miedo. Y no hay respuestas. El presidente del centro vecinal que debería estar para protegerlo a uno se fue del barrio, a vivir a otro lado. Lo único que pido es más seguridad para mi familia y para el barrio”.
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