A requerimiento de la Fiscalía de Cámara y con acuerdo de la Defensa, el juez René Gandarillas le impuso ayer una pena de cuatro años de prisión a un albañil bellvillense que a fines de 2010 abusó sexualmente de una menor, hija de un primo al que había visitado.
La sanción recayó en Adelqui Alejandro Murúa, de 29 años de edad, quien fue declarado autor responsable de los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante" y "hurto simple" , al cabo de un juicio breve en el que el imputado reconoció su culpabilidad en los hechos.
Si bien la sanción impuesta le permitirá a Murúa solicitar la "libertad condicional" cuando cumpla las dos terceras partes de la condena impuesta, es decir en agosto de 2013, la excarcelación sólo se efectivizará si para entonces no tiene causas pendientes con la Justicia.

@ Otras tres causas

Ocurre que en los Tribunales de Bell Ville se tramitan otros tres procesos contra el trabajador de la construcción condenado en la víspera, todas por casos de "abuso sexual simple" (lo que antiguamente se conocía como "abuso deshonesto") en perjuicio de distintos menores, aunque no tan graves como el hecho cometido en Villa María.
Murúa está detenido desde diciembre de 2010, poco después que fuera denunciado por un primo, cuya hija (por entonces de nueve años) fue la víctima del ataque sexual.
Pese a que se trató de una causa de instancia privada y, por ende la audiencia de debate se realizó a puertas cerradas, EL DIARIO pudo saber que la menor no fue accedida carnalmente, sino que fue sometida por el disoluto individuo a prácticas "gravemente ultrajantes", tal como lo describe el artículo 119 del Código Penal de la Nación.
En su fallo, el juez Gandarillas ordenó que el condenado reciba un tratamiento psicológico intensivo, teniendo en cuenta las tres causas que tiene pendientes en la Justicia bellvillense por hechos similares al que lo llevó a prisión.
Durante el juicio oral también se ventiló un hecho de "hurto simple" cometido por Murúa, ya que le sustrajo 100 pesos de un monedero a otro familiar.
Adelqui Murúa nació en Bell Ville a principios de 1983 y registra último domicilio en aquella ciudad, desde la cual viajaba periódicamente a Villa María para realizar algunos trabajos de albañilería y visitar familiares.
En uno de esos viajes se hospedó en la casa de un primo, donde cometió el abuso de la menor en fecha no precisada oficialmente, pero acaecido entre mediados de noviembre y los primeros días de diciembre de 2010.
En tanto, y de manera extraoficial, trascendió que Murúa habría incursionado en la actividad radial, desempeñándose como locutor de una radio bellvillense, y según se indicó, algunos allegados lo conocían por el apodo de "Osito", aunque eso no surgió durante la audiencia.
Además de Gandarillas, intervinieron en el debate el fiscal Francisco Márquez y la asesora letrada Silvina Muñoz, mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.
Previo al inicio de la audiencia, el acusador público y la defensora oficial acordaron la pena que luego coincidieron en solicitar al magistrado, habida cuenta la confesión del hecho por parte de Murúa.
Finalmente, cabe señalar que si las causas pendientes no prosperan, Murúa podrá solicitar la "condicional" cuando complete dos años y ocho meses entre rejas (los dos tercios de la condena impuesta) y estaría obteniendo la libertad en agosto de 2013.