Un joven villamariense con antecedentes penales fue condenado ayer a tres meses de prisión por haberle aplicado un botellazo en la cabeza a un taxista, aunque finalmente recibió una pena unificada de dos años y cinco meses porque estaba debiendo parte de una sanción anterior.
Se trata de Pablo Daniel Diana, quien confesó su responsabilidad en un violento incidente registrado a principios de febrero pasado en pleno centro de Villa María, donde agredió físicamente al trabajador del volante Elder Benavídez, e incluso le rompió el parabrisas de su automóvil.
Diana, un electricista de 26 años de edad con domicilio en Cerro Colorado 240, en barrio Los Olmos de esta ciudad, fue declarado autor de “lesiones leves” reiteradas (dos hechos) y “daño”, y por esos delitos se le aplicó una pena de tres meses de cárcel de cumplimiento efectivo.
Sin embargo, como el irascible sujeto estaba adeudando parte de una condena de tres años, dictada en mayo de 2010 por “robo calificado por escalamiento”, se le impuso una única sanción de dos años y cinco meses de prisión, con declaración de reincidencia y costas.
La confesión del imputado permitió que el juicio oral y público se realizara bajo la modalidad de “trámite abreviado”, con lo cual se omitió la recepción de pruebas testimoniales en la sala de audiencias que la Cámara del Crimen posee en el quinto piso de los Tribunales locales.

Con violencia

El hecho que llevó a Diana a la cárcel se produjo alrededor de las seis de la mañana del 2 de febrero, cuando subió a un taxi en la zona de Puerto Madero, en la costanera villamariense, acompañado por dos chicas.
En el trayecto de ida al centro de la ciudad, el iracundo pasajero mantuvo un intercambio de palabras con Benavídez por cuestiones menores, hasta que al llegar a la central de la empresa, ubicada en avenida Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos, donde se produjo el incidente más grave.
Allí, Diana adujo que no tenía dinero para pagar el viaje, circunstancia que generó una discusión con el trabajador del volante. Claro que la disputa verbal concluyó casi de inmediato, porque el violento “pasajero” extrajo de entre sus ropas una botella de cerveza con la que golpeó en la cabeza a Benavídez, quien quedó muy sentido, aunque no perdió el conocimiento.
En esas circunstancias se inició una pelea entre ambos, y cuando una de las chicas que lo acompañaba quiso separarlos, recibió un mordisco de Diana en una mano, causándole heridas leves.
Durante la reyerta, el colérico individuo rompió el parabrisas del coche de alquiler y ya con Benavídez tirado en el sueño, se dio a la fuga corriendo por calle Entre Ríos, pero fue rápidamente alcanzado y reducido por personal policial que había sido requerido desde la central de la empresa de taxis.
Extraoficialmente, trascendió que Diana estaba muy alcoholizado al momento del violento episodio, pero ese dato no surgió en la audiencia de debate porque la prueba se incorporó por lectura.

Otros detalles

Pablo Diana nació en Villa María el 30 de junio de 1985 (a fin de mes cumplirá 27 años) y entre la causa anterior y este nuevo hecho delictivo, lleva cumplidos casi 13 meses y medio de prisión.
Completará la condena impuesta el 19 de mayo de 2014, pero si observa buena conducta durante el período de detención, podrá solicitar el beneficio de la “libertad asistida” seis meses antes, es decir que podría dejar la cárcel a mediados de noviembre de 2013.
De todos modos, para que prospere el pedido excarcelatorio, se estableció que Diana deberá trabajar dentro de la cárcel, tendrá que terminar la escuela secundaria (tiene cursado hasta cuarto año) y deberá someterse a un tratamiento psicológico.
El juicio fue presidido por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y contó con la participación del fiscal en lo Correccional, Horacio Vázquez, y del abogado defensor Martín Mattea, mientras que la secretaria actuante fue Gabriela Sanz.