Un joven de 18 años terminó en un calabozo de la Comisaría de Distrito ayer a la siesta, luego de haber protagonizado un par de episodios reñidos con la ley y el orden.
Según informó la Policía, todo comenzó a las 14.50 cuando los efectivos tomaron conocimiento, mediante un llamado al 101, de que un muchacho estaba amenazando con un arma blanca al propietario de un Volkswagen Gol. Además, rompió el parabrisas delantero del coche en cuestión y se dio a la fuga.
Cuando el patrullero llegó al lugar del hecho el dueño del automóvil describió a su agresor y aportó otros datos a los uniformados, que salieron inmediatamente tras los pasos del joven.
Asimismo, se organizó un operativo cerrojo en las inmediaciones con el fin de no dejarle mayor escapatoria.
No tardaron en divisarlo, cuando huía a la carrera por la calle Corrientes.
Al llegar a la altura del 1768, el fugitivo, viéndose rodeado por los uniformados, ingresó en el primer domicilio particular en el que supuso que iba a encontrar resguardo.
Allí, amenazó a la dueña de casa, una mujer de 64 años, para que lo ocultara. Pero no le resultó.
Pisándole los talones llegaron los efectivos policiales, con los que se trabó en lucha.
Sin embargo, tras un forcejeo, fue detenido y trasladado a la Departamental.
El joven quedó a disposición de la Fiscalía de Instrucción de Turno, bajo los cargos de “supuesto autor de daño, violación de domicilio y resistencia a la autoridad”, indicaron fuentes policiales.
También se le secuestró un cuchillo de mesa Tramontina que tenía en su poder.
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