Escribe: María Laura Tuyaret
(Especial para EL DIARIO)
Los arcos del acueducto que dan su singular bienvenida a la ciudad son la imagen predilecta para representar a Saldán. Sin embargo, esta localidad es la suma de una multiplicidad de detalles más que la embellecen. Es el río de aguas cristalinas que alguna vez inspiró a Tejeda, es el paso del tren que bordea el verde de las sierras, es esa estancia que albergó a próceres, es el culto a un robusto nogal y es, por sobre todo, un rincón cordobés colmado de historia.
Ubicada en plenas Sierras Chicas, Saldán limita con Córdoba, Villa Allende y La Calera. Si bien oficialmente pertenece al Departamento Colón, las tres cuartas partes de su territorio se encuentran asentadas sobre el distrito capital. Así, a pesar de contar con más de 10 mil habitantes y estar ubicada a tan pocos kilómetros de la gran urbe, esta localidad conserva intacta la serenidad de cualquier villa serrana.
De caciques y estancias
Saldán se caracteriza por ser una ciudad con un pasado muy rico. Cada piedra, cada árbol, cada rincón es testimonio vivo de siglos anteriores. Las páginas de su historia comienzan con los primeros asentamientos de comunidades sanavironas cuyo líder, el cacique Saldán Inchín, fue el factor de inspiración a la hora de nombrar la ciudad. Más tarde llegaron los españoles y construyeron sus conocidas “reducciones”. Eran tiempos en que Saldán se limitaba a una estancia, que a lo largo de los años fue cambiando de propietarios. Uno de ellos fue el primer poeta argentino, el Fray Luis de Tejeda, quien escribió varios versos en honor a las bellezas del lugar. A propósito de éste, hoy el lugar lleva el nombre de “Estancia de Luis de Tejeda”. El hito que la transformó en un lugar tan emblemático fue, sin dudas, la estadía en el invierno de 1814 del mismísimo General José de San Martín. Pasó unos meses allí para reponer su salud y se dice que al pie del nogal de su patio planeó el cruce de los Andes. Así es como Saldán pasa a formar parte de un capítulo importante para la historia independentista argentina.
Una excelente escapada
Durante las épocas más frescas del año, Saldán se constituye en una excelente elección para una escapada rápida desde la capital a las sierras. Desde las opciones más simples como disfrutar de una tarde a la ribera del río, bajo el calor del sol y acompañado de unos ricos mates, hasta ideas más aventureras como cabalgatas, senderismo por algún monte o ciclismo. Es posible también visitar la propia Estancia Luis de Tejeda o darse una vuelta por la Estancia “La Querencia”. En esta última el visitante puede maravillarse en la galería de arte que funciona en su interior, degustar una gran variedad de platos de comida criolla en su típico restaurante o practicar equitación.
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