No es nada frecuente que los pueblos de la región sirvan de escenario para ambientar literaturas. Mucho menos si éstas buscan ese efecto universalmente conocido como “terror”. Sin embargo, casi contradiciendo este principio escenográfico aunque situándose en las tendencias de estos tiempos (hoy asistimos a una notable reivindicación de los regionalismos), el escritor Iván Wielikosielek, nacido en Ballesteros en 1971, ambienta sus pesadillas en el Pozanjón, la misteriosa laguna de su pueblo.
Cruzados por un fuerte tinte autobiográfico, por intensas lecturas de Poe, Lovecraft y Bram Stoker y (sobre todo) por una marcada “debilidad” hacia el cine de terror clase “B” (Roger Corman, José Larraz, Tony Scott y el propio Roman Polanski) los cuentos que componen “La profecía del Pozanjón” pueden ser leídos como un gran fresco en el periplo de un adolescente que deja su pueblo para ir a la gran ciudad y ya no puede volver a casa. La búsqueda de este retorno le será negada sistemáticamente a los personajes de cada relato hasta llegar al cuento que cierra el libro, una nouvelle de 60 páginas (“Espíritus de la orilla”) donde esta imposibilidad pareciera entrar en sintonía con poderosas fuerzas oscuras que desde siempre estuvieron emergiendo desde el lago.
Si hay un ingrediente que hace interesantes estos relatos al lector que vive en estas latitudes, ese ingrediente no proviene de la literatura inglesa sino de algunas leyendas truculentas que en Ballesteros se cuentan sobre el Pozanjón, y que tienen como protagonistas a sus ahogados y aparecidos, leyendas que germinaron en el corazón de Wielikosielek cuando era niño y que luego, como las grandes verdades a las que asiste el ser humano en su breve paso por la vida, no han dejado de crecer en su interior.
Entre los libros de Wielikosielek, se cuentan dos volúmenes de prosa breve referidos a la ciudad de Córdoba (“Ex”, de 2001, y “Acto Único”, de 2005) dos de relatos (“Los ojos de Sharon Tate”, de 2006, y “Crónicas del sudeste”, de 2008) y dos de poesía (“Cotidianos funerales en la Tierra”, de 2008, y “Príncipe Vlad”, de 2012), todos editados por “Llanto de Mudo”.
Esta colección de relatos, ilustrada por la pintora bellvillense Nilce Grimoldi, será presentada por su propio autor el miércoles 13 de junio a las 20 en el café de “Librelibro” (Mendoza esquina Mitre) tras lo cual se servirá un pequeño aperitivo.
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