El presidente del bloque de Unión por Córdoba- Frente para la Victoria, Rafael Sachetto, salió al cruce de los dichos del historiador Rubén Rüedi en torno a la defensa del patrimonio público, puntualmente Plaza Ocampo.
Rüedi precisó en una conferencia de prensa junto a Jorge Valinotto, publicada en la edición de ayer, que el Gobierno local iba a contramano del pensamiento de la presidenta Cristina de Kirchner.
Sachetto tomó la posta de la defensa de la administración municipal con un escrito titulado: “Las incongruencias de Rüedi: como funcionario pensaba una cosa, como opositor piensa otra.”
El documento, enviado a nuestra Redacción, expresó textualmente:“¿De qué se habla cuando se habla de defender el espacio público? Pensamos en esta pregunta y sin dudarlo fundamos su posible defensa en la apropiación que hacen los ciudadanos de ‘ese espacio’ y en razón de esa apropiación ciudadana, el espacio en cuestión se convierte en ‘público’.
Ahora bien, cuando sólo una porción pequeñísima de la ciudadanía puede aprovechar ese espacio, la perspectiva sobre su rédito comunitario cambia transformando profundamente la mirada y ya, aquel espacio que pretendía serlo de todos, no lo es, y además no lo ha sido desde muchos años a esta parte de nuestra historia como ciudad.
Con esto quiero decir que la historicidad, la culturalidad y las tradiciones son móviles y esa dinamicidad o capacidad de renovarse, cambiar de forma es lo que las mantiene vivas.
Lo que también es cierto es la movilidad de pensamiento de Rubén Rüedi, quien hoy defiende cada centímetro de superficie de la Plaza de Ejercicios Físicos, que quiero expresar, de ‘plaza’ nada tiene y que hace algunos meses sólo pedía que ‘…sean preservadas en su lugar, en las condiciones que se encuentran y sin ser sujetas a reforma alguna, las arcadas de ingreso al estadio Manuel Anselmo Ocampo, debido al valor histórico que las mismas representan’.
Nótese que del resto del ‘estadio’ - no plaza - nada dice.
Esta nota fue enviada al presidente del Concejo Deliberante el 17 de noviembre del año pasado (2011) en su carácter de presidente de la Junta de Historia de la ciudad de Villa María.
Tan sólo cinco meses después, el valor histórico del ‘estadio’ para Rüedi, se trasladó de las arcadas a cada centímetro de toda la superficie y ya no de un estadio, como refería entonces, sino ahora de la ‘Plaza’.
Es importante decir, en honor de la verdad histórica, que la plaza en cuestión, no estaba siquiera pensada en el plano fundacional de 1867, figurando en el plano dibujado por Echenique con fecha 24 de setiembre de ese año, sólo la actual plaza Centenario.
Pero vamos al plano de 1883, que presentó como prueba. Allí, se encuentran señaladas las cuatro plazas en forma de cruz. ¿Qué impulsó a los ciudadanos de años posteriores a 1883, a no utilizarla como plaza sino construir un estadio de fútbol? Es interesante la respuesta que el propio Rüedi otorga a la misma.
La respuesta está en una nota de Rüedi titulada ‘Sobre las plazas’.
Allí dice textualmente: ‘Esta plaza nunca fue concretada en el terreno, pero sí en 1932 se inauguró un espacio deportivo conocido como Plaza de Ejercicios Físicos, tomando la modalidad de similares espacios que proliferaban en la provincia de Buenos Aires, teniendo en cuenta la necesidad surgida en esa época de facilitar al pueblo la práctica de deportes y ejercicios físicos.’ Pregunto ¿no había en 1932 otros espacios para construir un estadio de tal manera que ese espacio destinado a plaza lo fuera concretamente? La respuesta es clara y muy diferente a la realidad actual. En 1932 había muchos espacios disponibles, pero se decidió allí a contrapelo de la destinación original de ese espacio y Rüedi, nada dice al respecto.
Con todo el respeto que me merece ese espacio de la ciudad como me lo merece cualquier otro espacio de la ciudad y su gente, no se trata ni de la Manzana Jesuítica ni de las antigüedades históricas de 400 años de Alta Gracia, como se pretende equiparar.
Hay que darle el valor histórico verdadero y que sirva para mantener viva la historia real, pujante y pionera de Villa María.
También es importante decir que no tiene sentido el esfuerzo de Rüedi y Valinotto en fabricar una oposición entre la comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, creada por Ley 12.665 del año 1940, dado que en su mismísimo artículo 1° respeta las autonomías municipales y no estando el estadio Manuel Anselmo Ocampo, declarado monumento ni lugar histórico nacional, dicho intento de oposición no tiene sentido y es más parecido a una chicana que a un interés legítimo en protegerlo.
Pero también, es preciso decir que el ex presidente de la Junta de Historia, no dice toda la verdad.
Por ejemplo, le faltó decir que él pertenece a la agrupación Colina, quien se encarga permanentemente de hablar mal de nuestro intendente (Eduardo Accastello) y es desde ese lugar, donde Rüedi habla. Lo mandan a decir estas cosas, si no cómo se entiende que una verdad histórica, para el militante de Colina, cambie radicalmente en tan sólo cinco meses.
Quizás este militante opositor no recorre la ciudad y es la ignorancia que tiene de ella, lo que lo lleva a decir que la ‘abstinencia de obras públicas en la ciudad’, hace que el municipio tome tal decisión.
Para terminar, Villa María ya no es lo que se ve en el plano de 1883, menos aún es lo que se ve en el plano de 1867, pero algo ha sucedido y sigue aconteciendo en nuestra historia más íntima como comunidad.
Los cambios que la han hecho grande, pujante, y centro de referencia, han sido resistidos por minúsculos personajes que pretenden encarnar la voluntad popular. Gracias al espíritu de grandeza al que está llamado Villa María, estos personajes tienen el premio del olvido en la historia local.”