La banda sonora de una de las películas más taquilleras de todos los tiempos produjo también el lanzamiento de una producción musical, sin precedentes hasta ese momento.
El disco de Mary Poppins estuvo encabezando las principales listas de la revista norteamericana "Billboard" (magazine semanal especialista en asuntos de la industria de la música), dentro de la categoría de discos más vendidos durante 14 semanas y en las de éxitos, durante más de dos años.
El filme en cuestión fue nominado para 13 estatuillas de la academia de Hollywood, obteniendo cinco Oscar, incluido el rubro a mejor actriz que consagró a la eterna Julie Andrews, aún en actividad. La prolífica artista, por cierto, tiene actualmente una acotada participación en el competitivo mundo del espectáculo, pero constituye todo un ejemplo de perseverancia y profesionalismo para sus pares del séptimo arte. La historia de la niñera Mary Poppins (el personaje de Andrews) y sus mágicas aventuras con los niños de la familia Banks, creó uno de los más atractivos éxitos del equipo de composición de canciones de Robert y Richard Scherman. Se incluye en el LP un tema muy famoso y muy difundido referido a una palabra secreta sin sentido específico que fue interpretado por Andrews junto con Dick Van Dyke y editado como disco simple, que permaneció en la lista del "top 100" durante varias semanas. En la placa se puede escuchar la saltarina y juvenil canción titulada "A spoonful of sugar, helps the medicine go down", entre otras.

El primer 007

Entre los recuerdos que atesoro con inmenso cariño, generalmente priman aquellos vinculados al cine. Los fines de semana siempre estaba pendiente de que mis padres dispusieran de un dinerito para comprarme el billete y, con suerte, acumular algunas monedas más para comprarme los Sugus masticables (hoy todavía los consumo con inmenso placer). Disponerme frente a la gran pantalla con los pibes del barrio era toda una ceremonia que después proseguía, pero ya con mucha suerte, en alguna de las pizzerías de la zona. Entre las 30 ó 40 películas inolvidables, en esta entrega rescato al primer James Bond que se ponía el traje del mítico personaje de Ian Fleming, el 007 al servicio de su majestad. El ponderado y aún reconocidísimo actor escocés, Sean Conney. Cómo olvidarme de "Goldfinger" (dedo de oro) y su banda de sonido original a cargo del genial John Barry y con una de las más grandes voces femeninas de todos los tiempos, Shirley Bassey. El cine y sus historias de ficción, una de las mejores medicinas para recrearse y compartir gratos momentos.
Hasta la próxima...

Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO