La polémica por la venta de Plaza Ocampo siguió ayer con la respuesta del historiador Rubén Rüedi a las duras críticas que le hizo el concejal Rafael Sachetto en una nota publicada en nuestra edición de la víspera.
El escrito, enviado por Rüedi, a nuestra Redacción, expresó lo siguiente:
“¿Qué pasa? ¿Por qué tanta furia? ¿A qué se debe tanto ataque desmedido a quienes disentimos con el patético proyecto del intendente (Eduardo Accastello) referido a la Plaza ‘Manuel Anselmo Ocampo’? ¡Todos los que manifiestan su disidencia son descalificados -hasta como seres humanos- agredidos, vilipendiados!... ¡Y ustedes hablan de Parlamento Infantil! ¡De construir ciudadanía desde la infancia!... Vaya ejemplo, entonces.
La ciudad de la furia, parece esto. ¡Cuánto odio que despierta la defensa de lo público!... Es la virulenta reacción del cripto neoliberalismo.
No, concejal Sachetto; a mí no me manda nadie a opinar como opino, no tengo vocación de chirolita. Mi caso no es el suyo. No mienta, que no es de buen cristiano; yo opino ahora como opiné el año pasado y el anteaño también y siempre. Sus intríngulis semánticos son una endeble manera de pretender justificar lo injustificable.
El señor intendente debe tener guardada la nota que le envié oportunamente expresando mis disidencias. Nota, que con otro tenor, también le envié cuando quiso reformar la plaza Centenario.
¿Por qué no le pregunta qué pasó con el mega proyecto de la playa de estacionamiento subterráneo en esa plaza? ¿Pregúntele cuál fue mi planteo ante semejante idea, que pretendía mutilar una obra de autor como la plaza Centenario? De eso ya no se habla, tal vez porque tiene que ver con mi coherencia.
En cuanto a la Plaza Ocampo jamás dije que no fuera patrimonio histórico. Todo lo contrario. La Plaza ‘Manuel Anselmo Ocampo’ (donde se encuentra el estadio homónimo) no se debe vender porque es patrimonio público y, además de su valor histórico, es de suma gravedad su enajenación para fines de imprevisible urbanización teniendo en cuenta la planificación futura de la ciudad. La ciudad necesita, y necesitará cada vez más, pulmones verdes, no arterias obstruidas por la especulación inmobiliaria. Es un contrasentido taponar los espacios públicos, previendo el crecimiento urbano de la ciudad.
¿Quien a usted lo manda al ataque, desconoce las tendencias urbanísticas del mundo? ¿No sabe que las ciudades deben crecer hacia la periferia, extendiendo servicios y planificación horizontal?
Si la preocupación urgente es el fomento del deporte amateur, ¿por qué está abandonado el Salón Municipal de los Deportes, el Polideportivo Municipal y los programas de fomento a esta imprescindible actividad de desarrollo humano?
¿Por qué con los más de 700 millones de pesos (sic) que la Municipalidad de Villa María recibió del Gobierno nacional en el transcurso de siete años no se invirtió una moneda en infraestructura deportiva?
Veo que hay una gran presencia de la palabra ‘historia’ en todas las agresiones del intendente hacia sus opositores.

‘La historia se construye a sí misma’

Tal vez tiene el ‘síndrome de la construcción histórica’ y está emulando a Bartolomé Mitre: ¡quiere construir la historia de acuerdo a su molde!… ¿O será que está aterrorizado porque sabe que la historia aún no ha terminado?
La historia se construye a sí misma y nadie del presente puede arrogarse la soberbia facultad de señalar quién sí y quién no entrará en la historia.
¡Qué importa eso, además, ante los principios que nos movilizan a defender una causa tan noble como la que nos motiva!
Por último están los hombres, decía el General y en mi caso personal, concejal Sachetto, primero está la Plaza… hasta el último centímetro de la Plaza.
La Plaza ‘Manuel Anselmo Ocampo’, según consta en el proyecto de ordenanza que el intendente mandó oportunamente al Concejo Deliberante. Así se expresó en el artículo 6º de dicho documento público: “(…) predio donde actualmente se radica la Plaza Municipal de Ejercicios Físicos ‘Manuel Anselmo Ocampo’ (…).
Es lapidario y no deja lugar a dudas: están pretendiendo vender una plaza, aunque nunca se haya trazado como tal en el terreno, pero sí en el plano ‘refundacional’ de la ciudad de Villa María y luego como espacio de recreación. El buen sentido público dice que el día que se pueda sacar la cancha de fútbol de ese lugar, la plaza tiene que ser trazada en el terreno y erigida como pulmón verde de la ciudad para mejor calidad de vida de todos los vecinos.
Allí está el aire puro que hemos de necesitar. Lo que el intendente pretende hacer, es esclerosar el futuro.
Hay opiniones móviles, por supuesto. No es mi caso con respecto a este tema, pero sí el de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, con respecto al señor Eduardo Accastello.
Quedo al aguardo de más descalificaciones hacia mi persona: es la rutina que instaló su amo, concejal Sachetto, inspirado ideológicamente por los neoliberales que comparten su ‘cocina’”.