“La Ley de Educación Sexual sancionada en 2006 no ha sido implementada en casi ninguna de las instituciones de gestión pública. No ha habido muchos cursos de capacitación y no se animan a dar el tema”.
Palabras de Pablo Saavedra, un psicopedagogo que está a cargo del Programa de Diversidad Sexual que lleva adelante la Municipalidad de Villa María.
Hace dos semanas, en el inicio del Concejo Deliberante Estudiantil edición 2012, los ediles adolescentes plantearon entre sus inquietudes la ausencia de educación sexual.
Saavedra, en este sentido, consideró que “los jóvenes hacen bien en impulsar el tema, ya que hay mucho miedo en ponerlo a la práctica”. ¿Miedos a qué? “A los padres, a qué se puede transmitir en el aula. No hay seguridad. Muchas veces los inspectores y directores eluden el tema porque piensan que se requiere una formación más profunda, algo con lo que estoy de acuerdo. No se trata de dar un curso de capacitación y llevarlo a las aulas... con la asistencia a dos o tres meses de curso no se está habilitado”, advirtió el profesional.
Saavedra opinó que “como todo otra tema, se debería convocar a especialistas. Cuando en los colegios se habla de droga o de educación vial, llaman a especialistas en la materia”.
“La educación sexual es una disciplina muy amplia”, subrayó.
Recordó que el año pasado el Ministerio de Educación de la Nación largó cuadernillos “más completos, con más temáticas, las que en el momento de la Ley no se tenían en cuenta”. Citó el abuso sexual infantil, la trata de personas, la violencia de género y las nuevas familias, entre otros.
“Históricamente, la escuela la enseñó desde el punto de vista biológico y en algunos casos religioso, pero nunca desde lo cultural, lo social o lo político ni con una mirada en la perspectiva de género”, señaló.
“No debemos hablar más de la mujer ni del hombre, sino de las mujeres y los hombres en sus diferentes diversidades y manifestaciones”, apuntó.
En ese orden, afirmó que “no hay una única forma de vivir la sexualidad” y expresó que “es necesario respetar todas las posiciones de la persona: desde lo moral, lo ético, lo religioso”. “No creo que tenga que existir un manual de sexualidad”.
“La educación sexual tiene que ser orientadora y acompañar a la persona”, recalcó.
Contó que en la mayoría de los establecimientos educativos “hoy piensan desde el lugar de los y las profesores de Ciencias Naturales y de Biología y al seguir con esa tradición se evidencia una postura bien marcada de que la sexualidad pasa por lo biológico”, lo que criticó. Asimismo, sostuvo que “la temática es transversal a todas las áreas”.
“Hoy tenemos que hablar de deseo, placer, derechos sexuales, pubertad, hablar de la diversidad, del embarazo adolescente. Muchos piensan que la escuela no nació para enseñar. Pero, desde mi visión, no está sólo para Matemática y Lengua; se aprenden un montón de valores”, declaró.
@ Las consecuencias
Saavedra, consultado sobre las consecuencias de no enseñar educación sexual, respondió que “los chicos sufren discriminación y hostigan al que consideran diferente”. “Hablo con conocimiento de causa, trabajo con escuelas secundarias y trabajé con todas las primarias de la ciudad desde el área de Educación del municipio”, señaló.
En el Nivel Medio “observé que no hay mucha información de prevención de infecciones de transmisión sexual y embarazo”. “Hay muchos especialistas en la ciudad para abordar el tema. Primero tienen que estudiar los docentes, son ellos los que tienen que sacarse prejuicios y mitos. Hay que romper estructuras”, evaluó. “Los alumnos tienen más tolerancia y adaptación a las nuevas familias y demás”, rescató el entrevistado.