Barbarina Crivello, vicepresidenta de Amigos del Museo, fue la encargada de homenajear a Nella -quien no pudo asistir- en el Museo. “Es una mujer admirable, frágil de salud, pero de fuerte espíritu que, nutrido por el amor que siempre sintió por el arte, no escatimó esfuerzos para dar proyección al mismo, desde la prolífica obra de su padre. De amplios conocimientos e incansable voluntad, es el puntal y apoyo en los momentos de flaqueza, pues su espíritu combativo nos hizo fuertes frente a la lucha en los tiempos duros de incomprensión y desvalorización que sufrimos entonces, de aquellos que nos dirigían. Hoy nuestro museo es depositario de nuestra cultura. Por suerte esos tiempos pasaron y la educación y el respeto le dieron el lugar que merece”.