La Cámara en lo Criminal y Correccional de Villa María comenzará a juzgar hoy a Franco Moreno (24), alias “Pachequito”, por el asesinato de Pablo Ezequiel Centeno (19), quien fue apuñalado durante una pelea callejera registrada en barrio San Nicolás de esta ciudad, en marzo del año pasado.
Moreno está imputado como presunto autor de “homicidio calificado por alevosía”, un delito que, legislado por el artículo 80 -inciso 1º, segundo supuesto- del Código Penal de la Nación, es castigado con prisión perpetua.
Dicha norma legal establece que “se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua al que matare con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso”.
Del proceso oral y público, que comenzará a las 8.30, participarán 12 ciudadanos comunes en calidad de jurados populares (ocho titulares y cuatro suplentes), quienes fueron sorteados a principios de febrero para intervenir en este juicio.
En tanto, el tribunal estará integrado por los camaristas René Gandarillas (presidente), Silvia Saslavsky de Camandone y Edith Lezama de Pereyra. Asimismo, participarán del debate el fiscal Francisco Márquez y la defensora oficial Silvina Muñoz, mientras que la secretaria actuante será Gabriela Sanz.

@ Puñalada letal

Centeno murió alrededor de las 3 de la madrugada del sábado 5 de marzo de 2011, a poco de ingresar malherido a la Guardia del Hospital Regional Pasteur.
Una media hora antes había recibido una herida de arma blanca en el tórax, en el marco de una riña callejera que habría mantenido con el acusado Moreno en la esquina de Santa Fe y Agustín Tosco, en barrio San Nicolás.
La versión policial indicó, en su momento, que Centeno se encontraba en su casa junto a su mujer y otra persona, cuando llegó Moreno y lo increpó, efectuándole un reclamo (al parecer por el botín de un asalto en el que ambos habían participado), por lo que se originó una violenta discusión.
Ambos jóvenes abandonaron la vivienda y continuaron la disputa en la vereda, donde el segundo habría sacado un cuchillo e hirió mortalmente a su rival, para luego darse a la fuga.
La pareja de Centeno llevó al joven en moto hasta el Pasteur, pero los médicos nada pudieron hacer para salvarle la vida. Y fue la propia mujer quien sindicó a Moreno como el autor del crimen.

@ Antes, baleado

A mediados de enero de 2011, Centeno había sido protagonista de otro hecho de sangre, también en el rol de víctima, cuando dos personas en moto lo balearon en la entrepierna y debió permanecer internado por varios días en el Hospital Pasteur con pronóstico reservado.
El propio Centeno manifestó haber sido atacado mientras caminaba por la calle sin motivo aparente.
El disparo impactó la zona anal y el proyectil quedó alojado en un testículo, produciéndole una lesión gravísima.

@ Viejas “cuentas”

Aunque nunca se confirmó oficialmente, las versiones que se conocieron inmediatamente después del crimen indicaban que Centeno fue apuñalado en un “ajuste de cuentas” y que “se la tenía jurada”.
Al parecer, la víctima y el presunto asesino habían tenido “negocios” juntos y habían sido cómplices en el asalto a un conocido quiosco polirubro de la ciudad. De aquel atraco habría resultado un botín que rondaba los 20 mil pesos.
El hecho fue esclarecido y los dos ladrones atrapados. Moreno debió purgar una condena en la cárcel local y Centeno consiguió zafar.
Desde el penal, el presunto homicida habría solicitado en varias oportunidades a Centeno que le entregara a sus familiares la parte del botín que le correspondía, pero su cómplice, que estaba en libertad, no habría cumplido con el trato.
Cabe señalar que “Pachequito” Moreno es hijo del conocido ex presidiario Ricardo “Patón” Moreno, implicado en sonados casos policiales por los que cumplió varias condenas.

@ En la prensa

El nombre de Pablo Centeno se conoció a través de EL DIARIO cuando, a fines de enero de 2010, su padre denunció que había sido ferozmente golpeado por la Policía luego de ser detenido, acusado de algunos robos. Incluso ofreció fotos del joven hospitalizado y esposado.
En octubre de ese mismo año, tras confesar en un juicio abreviado varios hechos delictivos que se le atribuían, Centeno fue condenado a tres años de prisión en suspenso. De este modo recibió su primera sanción penal, por lo que pudo recuperar la libertad por tratarse de un convicto primario, y dejó la cárcel luego de nueve meses.
Había cometido el primero de los hechos en diciembre de 2009, en una vivienda, y casi dos meses después protagonizó una seguidilla de episodios delictivos que terminaron con su detención.