Los 33 despedidos de la obra de la calle Carlos Pellegrini (entre Mendoza y Tucumán) aguardaban ayer sobre la cortada Garibaldi que se resolviera el asunto en la audiencia de conciliación realizada en la Secretaría de Trabajo.
Estuvieron presentes en el cónclave los representantes del fideicomiso Carlos Pellegrini, propietarios de la obra; Luis Ortega, por la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) y la autoridad laboral. El único ausente fue el representante de Litoral Building, la constructora contratada por el fideicomiso para hacer la obra y, por lo tanto, la responsable directa de los trabajadores que fueron despedidos.
El fideicomiso se comprometió a pagar en el acto la quincena adeudada por la constructora a los 33 empleados y manifestó su decisión de continuar con la construcción del edificio.
Para ello, deberá contratar a otra empresa, dado que, según aseguraron en la audiencia, Litoral Building recibió los pagos y desapareció sin cumplir su parte del contrato.
Desde la UOCRA, Ortega dijo que tratarán "de que la nueva constructora contrate a estas 33 personas, pero es algo que se deberá tratar en las futuras audiencias".
Por tal motivo, pasaron a cuarto intermedio hasta ver el proceso que se da a la negociación.

Sin libreta y sin trabajo

Bajo la lluvia, los trabajadores que aguardaban noticias mientras se desarrollaba la audiencia de conciliación, hablaron con EL DIARIO sobre sus preocupaciones.
Alberto Chávez, la voz cantante del grupo, relató que el viernes último, el señor Ricardo Ferreyra, representante de la constructora, vino a decirles que tenía problemas porque el fideicomiso no tenía los pagos al día. "Después nos dimos cuenta que era todo mentira, porque desapareció y nos dejó sin la quincena y sin la posibilidad de continuar con nuestro trabajo", argumentó.
Chávez, como muchos de sus compañeros, es de Santiago del Estero. "A nosotros nos trajo la empresa para trabajar y nos dejaron en esta situación", dijo. Aseguró que no es habitual ese tipo de conducta empresaria.
Los obreros que son, como Chávez, de otros puntos del país, viven en casas alquiladas por la constructora. "Vamos a ir a la Policía para informarles que nosotros no nos vamos a ir a la calle; que la responsable del alquiler y de que nosotros estemos sin plata es la constructora", agregó.
Otro problema grave es que los trabajadores de la construcción tienen que tener como una documentación indispensable, la libreta de desempleo.
Allí queda registrado el ingreso y el egreso en cada trabajo y con eso pueden percibir los beneficios sociales. No tener la libreta, es como estar indocumentado.
"El señor Ferreyra nos llevó la libreta y no sabemos qué va a pasar ahora", dijo, preocupado, otro de los empleados que desde el viernes no tiene actividad.

La empresa, ausente

No hay demasiada información de Litoral Building. EL DIARIO pudo encontrar registros de referencia en Internet, donde ni siquiera figura la dirección. Sólo hay un teléfono de Ferreyra que en la jornada de ayer estuvo apagado.
El antecedente que tiene en la ciudad es otra obra en Lisandro de la Torre, donde también tuvieron problemas con los trabajadores, dado que dejaron cesantes a 12 personas en ese lugar.