“Trabajo, mucho trabajo, sacrificio, solidaridad.” Con estas palabras el integrante del Grupo Mondragón, Iban Txillida, encuadró el secreto del éxito de una organización cooperativa que nació de la visión de un sacerdote hace 52 años y hoy es la primera corporación empresarial del País Vasco con más de cuarenta mil asociados y más de cien mil trabajadores.
Txillida estuvo en Villa María, en el marco de las actividades organizadas por el Centro Vasco (ver más información en página 13) y a través de una estrecha relación con la empresa Aloña.
¿Cómo llegó Mondragón a ser lo que es?, fue el disparador de una charla que el visitante sostuvo con EL DIARIO.
“Con mucho trabajo, buena gestión, haber sabido pasar las épocas malas siendo solidarios, apretando el cinturón y también reinvirtiendo.”
En el espíritu de cada uno de los socios del Grupo está el padre José María Arizmendiarrieta, un joven sacerdote nacido en Marquina, provincia de Vizcaya.
Dotado de un gran pragmatismo y enorme capacidad de trabajo el sacerdote jugó el papel de propulsor y constante animador de la experiencia cooperativa de Mondragón.
“Es fundamental la cultura de la organización. La cultura del trabajo, el sacrificio y la solidaridad... las cooperativas son una buena solución porque no nos haremos ricos, pero vemos el fruto de nuestro trabajo”, señaló Txillida.
En 1956, comienza la experiencia que hoy es reconocida en el mundo.
“En este momento de crisis, una época dura para todos, nosotros nos hemos preparado. Nos reducimos voluntariamente el sueldo para ayudar a las empresas.”
Para Txillida, el “cooperativismo es apasionante”. “Se trabaja por algo más que un salario, se trabaja con los principios fundamentales del cooperativismo.”
El espíritu cooperativo está en los claustros universitarios de Mondragón, en cada una de las empresas de la corporación, en la igualdad de oportunidades, en la estrecha diferencia entre los que menos ganan y los que más ganan.
Finalmente, el cooperativista contó que han entablado una estrecha relación con la firma local Aloña. “Pensamos de la misma forma y ellos van a distribuir nuestros productos de lavandería industrial en Argentina”.