Señor director:
¿Cuánto tiempo más pasará para descubrir que, detrás de esa atroz acusación, se esconde una mente enferma, deformando la cabecita de una niña, su propia hija?
¿Por qué la Justicia sólo deberá remitirse a la Cámara Gesell que toma cómo válida las declaraciones de una niña con recuerdos de cuando tenía 1 año y medio (ver “Qué es la memoria”), o por qué no se tomará el trabajo de indagar lo suficiente para establecer si hubo lugar a semejante hecho o se trata de alucinaciones que sólo la psiquis de una mujer despechada se puede despachar con morbos similares no siendo ésta la primera ocasión?
¡Qué casualidad que sus dos maridos son abusadores! ¡Qué mala suerte tiene esta señora! Que no se case de nuevo y tenga otro hijo, porque si se separa, nuevamente volverá a hacer lo mismo; o sea, otro inocente será procesado injustamente.
Tengamos en cuenta que se habla de una parte acusadora que sabe cómo hacer los “truquitos” necesarios para inculcar a su propia hija en contra de su padre… siendo terrible ver cómo una profesional utiliza su saber para semejante cosa, ensuciando y dando desarraigo a una paternidad más que añorada (ver sobre “Inculcación maliciosa”).
¡¡¡Pido se haga justicia!!! Se investigue a las partes y se dé fin a toda esta agonía de juzgarme sin razón y sacarme la oportunidad única e irremplazable de ser padre, viendo crecer a mi hija.

Inculcación maliciosa

Es una práctica habitual del progenitor que obstruye la relación afectiva de los hijos con el padre, buscando el rechazo de éste y sus familiares por parte de los niños o adolescentes.
Ocurre en familias, bajo el mismo techo, pero la dimensión y peligrosidad, así como las terribles consecuencias que adquieren en padres separados nos conduce a fijar el presente documento en relación a conflictos de pareja.
En este documento se evidencian los más perversos instintos del ser humano, ejecutados sin importar el daño a causar al núcleo familiar, una habilidad a extremos impredecible que logra que los hijos inventen hechos, respalden mentiras u olviden momentos de felicidad y que terceros, generalmente familiares, se involucren en el desprestigio hacia el padre rechazado por el progenitor que tiene la tutela de los menores mientras dure el litigio.
Extrañamente, todas las acusaciones son efectuadas por el progenitor tutor sin ningún tipo de prueba legal, es decir bastan sólo los dichos para que los magistrados presuman la culpabilidad del padre que desea ver y estar de modo regular con sus hijos, y otro hecho sintomático es que estos dichos son inventados sólo cuando se presenta la demanda de visitas.
El que obstruye cae en la inculcación maliciosa, cebado por la impunidad. Procede con un lavado de cerebro a los hijos, los que con su mente en estado evolutivo, poseen una alta capacidad de absorción, asumiendo como real todo lo que ha indicado el tutor que impide ver y estar con el menor.

s Qué es la memoria

La memoria es un mecanismo de grabación, archivo y clasificación de la información, haciendo posible su recuperación posterior. En sentido estricto la podemos identificar con la grabación, pero ya sabemos qué tan importante es esa grabación como contenido y estructura de la información.
La memoria funciona mucho más eficazmente cuando algo se aprende en un ambiente agradable y relajado. Todos sabemos que la memoria es selectiva y que recordamos mucho mejor las cosas agradables, y apenas recordamos los malos ratos, acentuándose este efecto cuanto más antiguos son los recuerdos.

Qué le sucedió a los recuerdos de nuestra primera infancia

¿Por qué los niños en edad de escuela primaria y adultos no pueden recordar mucho acerca de cómo fueron sus vidas cuando eran bebés y cuando empezaban a caminar?
Los investigadores concluyen en sus explicaciones que los bebés no usan el lenguaje y los adultos sí, por lo que es posible que los primeros recuerdos estén almacenados en algún código no verbal que no podemos recuperar una vez que comenzamos a utilizar el lenguaje. Incluso niños mayores que pueden hablar suelen no representar sus experiencias en la misma forma que los niños mayores y adultos.
No es hasta más o menos los 4 años que la mayoría de los niños codifican y recuerdan con facilidad sus experiencias en forma de narraciones (historias acerca de sus vidas), por lo general con mucha ayuda de los adultos. Sólo después de haber sido guiados por adultos, los niños aprenden a codificar los recuerdos y darse cuenta de que el lenguaje puede utilizarse para compartir recuerdos con otros.
El ser humano necesita creer buenas cosas respecto de sí mismo y de sus referentes, ya que puede resultar difícil la convivencia con aspectos sombríos, dolorosos o vergonzosos propios o ajenos. El concepto freudiano de represión demostró precisamente eso: que los hechos o ideas que resultan desagradables, son automáticamente excluidos de la conciencia.
Por otro lado, y debido a la insuficiente maduración del cerebro, no es posible recordar los hechos sucedidos antes del tercer año de vida y la memoria de los eventos ocurridos puede tener distorsiones posteriores o ser rellenadas con falsas memorias, fruto de relatos de terceros.
¿Por qué son importantes las falsas memorias? Desde el punto de vista legal, se ha comprobado que muchos testigos oculares de hechos delictivos emitieron testimonios erróneos fruto de sus falsas memorias, que determinaron el encarcelamiento de personas inocentes.
En segundo lugar, pueden generar conflictos o afectar la capacidad de una persona de vivir de manera autónoma, ya que la falsa memoria puede tener peores consecuencias que el olvido. Por ejemplo, si alguien recuerda haber apagado la hornalla de la cocina, cuando en realidad no lo hizo.
Y por último, porque el estudio de la falsa memoria aporta información relevante sobre el funcionamiento de la memoria en condiciones normales.
El cerebro aprende por repetición y asociación. Decodifica, codifica, racionaliza y luego lo dice un patrón de conducta que se repite en una edad temprana. Lo vivido y lo escuchado debe decodificarlo, para luego racionalizarlo y posteriormente codificarlo y repetirlo, que obviamente lo puede realizar cuando alguien lo guíe en el proceso.
Además, en este caso debería contar el hecho de una manera menos estructurada, porque a veces el vocabulario no corresponde a lo que aprendió cuando tenía 1 año y 2 años de edad.

Eugenio Guillermo Torres
DNI 21757117

Nota de la Redacción: el firmante de la presente carta se encuentra imputado por la Justicia local como presunto autor de “abuso sexual con acceso carnal calificado” y será sometido a audiencia oral y privada el próximo miércoles 27 de junio en la Cámara del Crimen de Villa María. Cabe aclarar que la condición de “supuesto autor” refiere puntualmente que Torres es inocente hasta que una sentencia firme demuestre lo contrario.