Después de que en todo el país se está llevando adelante una campaña denominada “Chau Roca”, con la que se busca remplazar el nombre del responsable de la acción conocida como “Campaña del Desierto” y que representó la matanza de los aborígenes radicados en el sur del país, existe una propuesta oficial para convocar a los que allí viven para que den su opinión acerca de si quieren cambiar el nombre del barrio.
Por esa razón consultamos a vecinos para que nos cuenten su opinión y coincidieron en que nunca lo sintieron como barrio “Roca”, sino que para todos es “La Calera”. Aspiran a que así como se cambió el nombre de una calle que llevaba el nombre del general de la Campaña del Desierto por la de Scalabrini Ortiz, en el sector se imponga como oficial la denominación que hasta ahora fue de entre casa.

Adelma López
“Tiene que llamarse La Calera porque así lo conoce toda la ciudad. No tengo idea de por qué le pusieron Roca, pero vos te subís a un remise y le decís ‘Al Roca’ y no sabe dónde es.”

Natalia Soria
“Tiene que ser La Calera. Creo que están juntando firmas y con los vecinos que hablás, te dicen La Calera. Es muy buena la iniciativa de cambiarle el nombre al barrio.”

Alicia Quiroga
“Estoy de acuerdo conque el nombre con el que lo conocen todos sea el nombre oficial”, dijo. A la hora de hablar sobre el barrio, aseguró que le gusta mucho y que si tuviera que pedir algo sería que mejoraran un poco las calles.

Yessica Leguizamón
“No sabía nada del cambio de nombre. No estoy segura, pero si todos dicen que debe llamarse La Calera, estoy de acuerdo.”

EL DATO

Según publicó EL DIARIO el 20 de octubre de 1985, el barrio estaba poblado por migrantes, con un promedio de educación que llegaba hasta el tercer grado del primario y con casi un 12% de analfabetos.
Hoy, se nota en sus calles que la pobreza sigue reinando. Es uno de los pocos barrios donde sobreviven los “fondos” o baños precarios ubicados en el patio y con la única instalación de unas chapas que protegen el pozo. También hay casas dignas construidas por trabajadores que van sembrando el esfuerzo por mejorar su sector.
Cuando le preguntamos a una trabajadora social del lugar si conocía a un vecino solidario para ser tomado como protagonista de este suplemento nos dijo: “No sé, porque hay muchos”. Fue toda una respuesta. Porque pese a todas las carencias, los vecinos procuran no cortar los lazos comunitarios que permiten que los habitantes del Roca puedan estar felices de ser constructores de ese lugar de la ciudad.