Salvar a un equipo del descenso y la Promoción cuesta mucho. Pero el amor de una hija a un padre, no tiene precio.
Así se podría graficar lo que sucedió ayer con José Manuel Vázquez, el técnico de Alumni, quien logró por segunda vez mantener al equipo en la tercera categoría del fútbol argentino. Y al final, se quedó sin palabras y lo desbordó la emoción cuando habló de lo que significó para él que su propia familia lo apoyara con una bandera que se vio en la tribuna techada.
“Sos nuestro orgullo, pa, te amamos”, rezaba el trapo, con la firma de las tres mujeres de su vida.
Antes del partido, Vázquez desconocía semejante sorpresa. Por eso sobre el final soltó las lágrimas, en un momento sumamente emotivo.
“Esto que logró Alumni fue de los jugadores, ellos hicieron lo imposible”, alcanzó a decir “Pistola”.
Vázquez, junto a Claudio D’ambrossio, el “Profe” Héctor Ramadori y el resto del cuerpo técnico (con el doctor Escurra, el kinesiólogo y el utilero) tienen sus grandes méritos.
También vale resaltar al “Zurdo” Miguel Angel López, artífice de la primera remontada del equipo en el campeonato, quien ayer escuchó el partido desde Barranquilla, donde ahora es gerente deportivo de Junior.
Lo concreto es que “Pistola” debió manejar un barco que de vez en cuando amenazaba con hundirse. Y sufrió bastante el técnico, por la incertidumbre que siempre genera la falta de pago a sus dirigidos.
“Nosotros hicimos lo que correspondía, los muchachos se merecen todo”, sostuvo “Pistola”, un padre querido, un entrenador simple. Y una muy buena persona.