Nicolás Di Lorenzo (foto), de la Universidad de La Florida, Estados Unidos, dio a conocer que en ese país se está utilizando un producto relativamente nuevo, que proviene del destilado de maíz para la producción de etanol.
“Lo que queda de la molienda, que se hace para producir el biocombustible que se usa para mezclar con las naftas, es lo que se conoce como burlanda”, señaló Di Lorenzo.
Entiende que utilizarla es una manera de que no “compita” la producción de alimentos con la de energía, dado que el maíz es apto para ambos usos.
Destacó que tiene un alto poder nutricional porque es un concentrado. “De cada 23 kilos de maíz se producen 7,7 kilos de burlanda”, que aporta a la dieta proteínas y energía “igual o más que el maíz”.
Como contra, mencionó que es un producto que no tiene fibras.
“Remplaza perfectamente otras fuentes de proteína como el pellet de girasol o el expeller de soja”, aseguró.
“Como conclusión, podemos decir que es una excelente fuente de energía, que es apta para vacas secas, para recría y lactancia, que tiene buenas posibilidades de almacenamiento y que se puede agregar en un 15% a un 25% en las dietas del rodeo”, dijo el especialista.