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Federico Figueroa (7), en el suelo, saca un disparo débil que terminará controlando Merani. Igualmente, el delantero villanovense se transformó en figura en el complemento y marcó un tanto en la goleada de Alem |
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Escribe: Diego Pellegrini (h)
Contundente, inobjetable, indiscutible. Adjetivos que califican la gran victoria de Alem por 3 a 0 ante Hipólito Yrigoyen, en lo que fue el partido de ida de una de las semifinales de la Liga Villamariense.
La voracidad con la que salió el conjunto villanovense desde el primer minuto de juego, fue clave para encaminar el cotejo a su favor. Con todas las ganas de hacer valer la localía, los pupilos de Antonio Mazzini mostraron siempre las intenciones de mirar el arco de enfrente con mucho apetito.
Todo lo contrario sucedió en el visitante, que salió decidido a cuidar el cero en su propia valla, pensando más en resguardarse que en atacar al “León”. Una clara muestra de ello la marcó la posición de Leandro Grosso, ubicado como central y siguiendo a todos lados al goleador Martín Porporatto, completando una línea defensiva con cinco hombres.
Y dentro de ese panorama de juego planteado por los dos equipos, quien salió airoso fue el local, que terminó obteniendo un resultado que lo deja realmente muy cerca de una nueva final.
Pero claro, antes de sacar diferencia de tres, Alem tuvo que luchar y mucho. Porque a pesar de que siempre se mostró mejor que su rival, le costó en un principio transformar el dominio en situaciones netas de gol.
Un disparo de Diego Rivera, tras desborde de Federico Figueroa (14’) y un remate del ex Alumni, que Merani tapó luego de cortar un centro (34’), fueron las pocas ocasiones para un equipo que se mostró mejor, pero que chocó con la superpoblación defensiva que planteó el conjunto dirigido por Marcelo Sachetto.
Justamente, la idea de Hipólito Yrigoyen era esperar ordenados para tratar de sorprender con alguna contra, pero sólo una corrida de Mayco Rodríguez, que terminó con remate por sobre el horizontal, sería lo del “Diablo” en un pobre primer tiempo en cuanto a chances de gol.
El “Tricolor”, con el correr de los minuto, se fue apagando. Empezó a perder intensidad al no encontrarle la vuelta a la idea planteada por la visita, aunque la pregunta era cuánto tiempo podía aguantar Yrigoyen con esa idea un tanto defensiva.
Y la respuesta llegó sobre el final del primer tiempo. Porque cuando se moría la etapa, apareció el 1 a 0 para el local. Diego Rivera jugó de manera perfecta para Ricardo Juárez, y el volante emergió solo por la banda izquierda y definió con un remate cruzado, imposible para Merani.
El gol le entregó la tranquilidad necesaria a Alem para afrontar el complemento más calmo, sabiendo que el rival iba a tener que cambiar y ahí sí los espacios podrían aparecer para el local.
Pero a pesar de que fue el equipo de Tío Pujio quien arrancó con algunas chances netas de gol, Alem con los minutos se volvió a acomodar en el partido y reaccionó en gran forma cuando una gran jugada de Figueroa terminó en penal y expulsión por mano de Andrés Ferrero en la línea de gol, cuando todo Alem ya cantaba el segundo.
De la ejecución se hizo cargo Pablo Fernández, pero Merani adivinó su costado izquierdo y le tapó la gran chance al volante central villanovense.
Lejos de caerse por esa situación fallida, el local continuó insistiendo con su pensamiento ofensivo y tuvo una chance nítida cuando Porporatto -otra vez- ganó por potencia y le entregó el gol a Rivera, pero “Catoca” se perdió increíblemente el segundo con todo el arco a su merced.
Aunque el conjunto de Tío Pujio pudo haber empatado en los pies de Peretti, la definición del volante salió por arriba del travesaño, fue Alem quien otra vez se llenó la boca de gol.
Es que, a los 34’, el recién ingresado Maximiliano Le Roux habilitó a Porporatto, éste desbordó a Merani y le entregó un centro perfecto para que Figueroa enviara su frentazo al fondo de la red.
Con el cero dos en contra y un jugador menos, el panorama para los visitantes era negro y sólo esperaban el final del partido.
Pero el hambre de este Alem pudo más y terminó obteniendo su premio con la llegada del 3 a 0. Porque a los 47’ un centro de Figueroa dio en la mano extendida de Peralta y el juez marcó penal. Otra vez Fernández se hizo cargo de la pena máxima y esta vez la historia terminó diferente ya que el número cinco eligió cruzar su disparo, Merani fue al otro palo y el villanovense cantó “tricota”.
Finalmente fue victoria de un Alem que tuvo una gran tarde, despachó a Yrigoyen con mucha autoridad y quedó a un paso de una nueva final.
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