Después de vivir en el campo y haber trabajado en Tierra del Fuego, Francisco Medina decidió radicarse con su familia en Villa María. Corría 1993 y Villa Albertina ya había dejado de ser un espacio geográfico de casas aisladas para consolidarse definitivamente como sector barrial.
"Acá compré mi casa y aquí me quedé. Era y es el lugar tranquilo donde con mi señora proyectamos criar a nuestros hijos", manifiesta Francisco que actualmente se desempeña como presidente del Centro Vecinal.
"Mi casa está en un terreno grande. Cuando mi hijo era pequeño (ahora cursa los últimos años del Nivel Secundario) decidí armarle una canchita de fútbol que él terminó compartiendo con todos los chicos del barrio hasta no hace mucho", indicó el vecinalista.
"Incluso los padres iban a la canchita a jugar a la pelota con los chicos. Algo muy bueno para las familias", remarcó.
"Este es un barrio de gente buena. Los cambios positivos, en cuanto a infraestructura, llegaron cuando se dispuso la iluminación en las calles, nos incluyeron en el recorrido del colectivo urbano (la línea 17B es la que llega hasta el lugar) y pudimos concluir con la sede del Centro Vecinal", sintetizó el dirigente.
Respecto a las distancias que separan a Vila Albertina del centro de la ciudad, Medina consideró que la gente "está acostumbrada a ir y venir y terminamos no dándonos cuenta".
Como deuda, el reporteado por EL DIARIO señaló que "desde hace más de un año" esperan en el barrio por la ejecución de las obras de agua, cloacas y cordón cuneta.
"Seguramente que para el municipio ha habido otras prioridades, entendemos eso y seguimos manteniendo las esperanzas de que en los próximos meses los proyectos de mejoras puedan concretarse."
"El barrio tiene más de 50 años y en los últimos tiempos ha ido sumando cambios muy interesantes gracias a obras que se han impulsado desde el municipio y la instalación de distintas empresas", remarca nuestro entrevistado que destaca la presencia de las firmas Bailone, RyR Agrícola, la estación de servicio ESSO y camionera "Adrián Gómez", entre otras.
Cabe consignar que también se encuentran en torno a Villa Albertina, la sede de la Inspección Técnica Vehicular (ITV), el Campamento de Vialidad Nacional y espacios gastronómicos a la vera de las rutas (la parrilla de Angel Buggia y pequeños "Carribares") habitualmente frecuentados por camioneros o viajeros que hacen un alto en su recorrido para descansar y alimentarse.
"Actualmente se mueve una importante cantidad de gente que va a trabajar a estos lugares. Si bien, en su mayoría, no son del barrio influyen con su presencia en la vida de toda esta zona de la ciudad", subrayó.
Para concluir, el dirigente vecinal sostuvo que como característica general de sus vecinos encuentra que "son de perfil bajo, trabajadores y buenos vecinos".
"El Centro Vecinal está ideado como punto de encuentro pero no sé por qué todavía no es tomado como referencia para reclamos o actividades. Falta que los vecinos se arrimen un poco más, pero creo que con el tiempo se irán sumando y entendiendo que desde acá podemos seguir sumando para Villa Albertina", cerró.