Aclaración: el apellido es Fornaris

Molesto vuestra atención porque en la nota sobre la Fábrica Militar (el allanamiento publicado ayer) dice Forneris y el apellido es Fornaris.
Lo aclaro pues por este señor, que no puede llamarse así, mi cuñada Marta Estela Zandrino fue atacada y dejada paralítica de por vida.
En ese momento estaba yo embarazada y desde la Fábrica llamaban a medianoche y, de tantos sustos, mi hijo nació cardíaco. Este hombre fue a la casa de mi suegra, donde también vivíamos con mi esposo, y entregándole una cadenita y un reloj dijo estas palabras: “Llórela mucho, llórela por muerta, señora” (textual).
Por supuesto el auto, nuevo, estaba escondido en la Fábrica y por terceros de terceros nos enteramos y no pudieron ocultarlo más y lo recuperamos. Además, nos destruyeron la casaquinta, bombardeándola, y se robaron todo. Allí teníamos guardados hasta los regalos de casamiento, muebles, etcétera. Todo lo robaron y nunca más de aquello pudimos recuperar nada. Disculpen, pero me trae a la memoria emotiva, porque lo racional está siempre, un dolor muy grande, por eso espero pongan el apellido FORNARIS. Muchas gracias.

Noelia Margarita Stang de Zandrino

N. de la R.: vale la aclaración de la lectora y solicitamos las disculpas del caso. Por lo tanto, dejamos expresamente aclarado que se trataba del teniente coronel Mario Fornaris, quien estaba como director de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María en la década del 70 y en el inicio de la cruenta última dictadura militar. Tal como publicamos ayer, parte de las instalaciones fueron allanadas en la jornada del miércoles por orden de la Secretaría de Derechos Humanos del Juzgado Federal Nº 3 de la ciudad de Córdoba, a cargo de Soledad Mancini, por una causa de crímenes de lesa humanidad con relación al Centro Clandestino de Detenciones “La Ribera”.