“Si hubiera algo que reclamar a nuestros gobernantes en relación al asociativismo cooperativo, son las escasas energías puestas en educación cooperativa. Si bien podemos decir que el actual Gobierno nacional ha demostrado interés en el tema a partir, específicamente, de la sanción de la Ley de Educación Nacional 26.206/06, hemos llegado a una instancia aún carente de mayores esfuerzos en la materia por la connotación del movimiento cooperativo argentino”, indican las licenciadas Marcela Lazos y Lidia Danna con respecto a la educación cooperativa.
Las profesionales continúan expresando: “El artículo 90 de la Ley reza: ‘El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología promoverá, a través del Consejo Federal de Educación, la incorporación de los principios y valores del cooperativismo y del mutualismo en los procesos de enseñanza-aprendizaje y la capacitación docente correspondiente, en concordancia con los principios y valores establecidos en la Ley Nº 16.583 y sus reglamentaciones. Asimismo, se promoverá el cooperativismo y el mutualismo escolar’. Si bien estos párrafos inducen a los ministerios de Educación de cada provincia a incorporar el cooperativismo y mutualismo en las currículas, no se ha logrado que se destinen fondos desde la Nación para crear horas cátedras específicas sobre el tema a Nivel Medio y Superior.
Hoy los mayores aportes económicos sobrevienen de las propias entidades cooperativas que destinan por ley un 5% de sus excedentes con el afán de promover, incentivar y formar a futuros dirigentes especialmente en localidades pequeñas, donde los consejeros en su mayoría se perpetúan en el Consejo de Administración por falta de jóvenes interesados en militar ad honórem y solidariamente en sus cooperativas y con conocimientos acabados en gestión empresarial cooperativa.”
Los ejemplos de jóvenes
Lazos y Danna remarcan seguidamente: “En todo nuestro país tenemos 23 provincias, entre las que nos sobran los dedos de una mano para nombrar a las que hacen mayores esfuerzos en esta materia. Una de ellas es nuestra provincia de Córdoba que desde la sanción de la Ley de Educación ha logrado significativos avances acompañados por las entidades de segundo grado y las federaciones en la tareas de difundir la doctrina y beneficios del cooperativismo.
Hoy en Villa María y la zona contamos con un número significativo de ejemplos en esta materia, quién no conoce o ha leído algo sobre las cooperativas escolares ‘Don Abraham’, del IPEM 56, y ‘Veracoop’, del IPEM 99, cuyo apoyo está basado prácticamente por las cooperativas locales y que hoy, además, incentivan al Nivel Primario, específicamente a las docentes y alumnos de los 4° grado de la Escuela José Ingenieros.
En la zona podemos nombrar a la localidad de Las Varillas, donde la Cooperativa de Servicios desde el año 1987 viene trabajando en un proyecto para la totalidad de las escuelas del Nivel Primario, incluyendo a las rurales, por lo que cuenta con una cooperativa escolar en cada escuela.
En la localidad de Dalmacio Vélez el IPEM 116 formó la cooperativa escolar ‘Juntos somos más’ surgida por iniciativa de la Dirección de esa institución y la Cooperativa de Electricidad. En Los Zorros la Escuela López y Planes con su cooperativa en el Nivel Primario y otras tantas surgidas y expandidas por toda la provincia.
En materia de juventud, puntualmente, son las entidades de 2° y 3° grado quienes incursionan en proyectos movilizadores, también en la búsqueda de ir sumando al movimiento futuros potenciales preparados no solamente en lo profesional y técnico, de eso se ocupan las universidades, sino como cooperativistas”.
Lazos y Danna indican que “aquí lo que interesa es la preparación en lo ético, lo moral, lo social, que permita la continuidad, el fortalecimiento y desarrollo de las entidades cooperativas con dirigentes de bien, cuyo pensamiento de gestión empresarial cooperativa se encuadre dentro de los valores y principios que le dieron identidad a las organizaciones. ¿Resultados? Para esto, sólo un par de datos: ‘Proyecto Juventud’ de Federación de Cooperativas Eléctricas (FACE) que, año a año, suma a centenares de jóvenes en los encuentros regionales y nacionales (foto) que viene realizando en cada rincón de la Argentina. Fecescor, Fecotra, Cooperar, Coninagro, todas ellas unidas en pos de crear semilleros para que, año a año, más jóvenes se unan en esta propuesta de solidaridad, trabajo, esfuerzo y dignidad.
Hoy los cooperativistas y los no tanto se han dado cuenta de que sólo unidos podemos salvar un país, pero esa unión debe estar cimentada en un marco doctrinario que la guíe, la oriente, le marque el camino y en esa tarea el Gobierno debe repensar sus esfuerzos en materia de educación; entonces el principal eje aquí debiera ser la educación, solo así podremos generar el combustible necesario para el motor de la ‘sustentabilidad y progreso’ del modelo económico de la Economía Social Solidaria”, concluyen las licenciadas.
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